Todos los trabajadores inmigrantes tienen derecho a que se respeten sus derechos como cualquier otro trabajador, sin importar su estatus migratorio.
La Ley de Inmigración y Nacionalidad declara que es ilegal la discriminación en contra de cualquier trabajador relacionado a temas de estatus migratorio. Las leyes estadounidenses, protegen a los trabajadores indocumentados de la discriminación, salarios injustos, acoso, entre otras situaciones.
Por otra parte, la Ley de Estándares de Trabajo Justo (FLSA), es una Ley Federal que contempla aspectos como el salario mínimo y las horas máximas y tiempos extra de trabajo, también protege a los inmigrantes sin documentos. Los trabajadores indocumentados tienen derecho a que se respete el salario mínimo, y además no pueden trabajar más de 48 horas a la semana, a menos que el empleador ofrezca un pago más alto por las horas extras trabajadas.
Por otra parte, la Ley Nacional de Relaciones Laborales (NLRA), permite que los trabajadores indocumentados se organicen o participen en sindicatos, que busquen mejorar las condiciones de su lugar de trabajo, como los salarios, horas de trabajo, entre otras.
La Ley de Derechos Civiles de 1964, en su título VI, detalla el derecho a los empleados ser libres de discriminación dentro del trabajo o al momento de ser contratado, aspectos como etnia, color de piel, sexo, religión, nacionalidad u origen, entre otras, no pueden ser motivo para no contratar a un empleado.
Además, existen diferentes Leyes Estatales, relacionadas con salud y bienestar de los trabajadores, compensación a trabajadores en caso de accidentes, entre otras.