La organización sin fines de lucro Pharos Foundation nombró a la dreamer Adriana Murrieta como su nueva presidenta.
Adriana Murrieta llegó a Nueva York, como inmigrante indocumentada en 1993, y ahora dirige Pharos Foundation, una organización sin fines de lucro, con sede en Phoenix, Arizona, enfocada en promover proyectos educativos en la región.
Murrieta, nacida en Colombia, cursó su educación media en Estados Unidos, sin embargo, cuando llegó a la adolescencia se dio cuenta de que la educación superior estaba casi fuera de su alcance, en gran medida por su estatus migratorio. “Yo tenía 12 años y siendo indocumentada entendía la situación, veía a mi alrededor y me daba cuenta de que, como nosotros, había muchas familias que estaban pasando por la misma situación”, mencionó Murrieta.
Debido a su experiencia personal, Murrieta ha constituido una carrera profesional alrededor de la promoción del acceso a la educación para todos. “Cuando uno es indocumentado, muchas veces la gente (en Estados Unidos) quiere colocarnos como en una caja y eso está mal, no debemos de ser definidos por lo que otros piensan, sino por las metas y los sueños que nosotros tenemos”, explicó Murrieta que logró graduarse de la universidad en el año 2000.
La ahora presidenta de Pharos Foundation logró ingresar y completar sus estudios en el Pittsburg Technical Institute. Ahí estudió la carrera de negocios con un enfoque en administración de aerolíneas. “Es una carrera que te abre opciones para muchas otras cosas. Aprendes de contabilidad, de administración, son habilidades que puedes transferir a muchas otras carreras”, comentó.
La importancia de la educación
Murrieta es una gran promotora de la educación y conoce la importancia de continuarse preparando para abrirse un camino profesional en Estados Unidos. “No me importaba qué carrera estudiar, lo importante era que me aceptaran en una universidad”, dijo Murrieta sobre su experiencia como estudiante sin documentos.
“Yo siempre digo que el poder superarse más allá de una preparatoria te provee de oportunidades que te abre muchas puertas”, explicó Murrieta quien luego de graduarse decidió mudarse a otro estado.
La experiencia en Arizona
Murrieta llegó a Arizona en el año 2000 justo después de graduarse, y de inmediato reconoció las diferencias entre los inmigrantes en Nueva York y en Arizona, especialmente por su hospitalidad.
En Arizona conoció a su esposo y tuvo dos hijas, una de ellas comenzó su educación y fue cuando se interesó en ayudar a la comunidad latina, especialmente para quienes buscan una buena educación formal para sus hijos. “Desde entonces me dije, ‘quiero trabajar con la comunidad latina, quiero trabajar en educación y quiero trabajar para que niñas como mi hija y otros estudiantes que tengan la historia que yo tuve de ser indocumentada tengan acceso a opciones escolares, oportunidades que les garanticen una mejor vida”, detalló.
Previo a su llegada a Pharos Foundation hace diez años como directora ejecutiva, Murrieta trabajó en organizaciones sin fines de lucro como Stand For Children Arizona y Expect More Arizona. En dicho puesto, logró otorgar más de 15 millones de dólares a organizaciones en el estado para apoyar a comunidades desfavorecidas, incluyendo Aliento, organización que ofrece apoyo a estudiantes indocumentados a acceder a la educación universitaria.
“Estoy muy complacida de continuar el trabajo fundamental de Pharos para mejorar el sistema educativo, tanto en Arizona como a nivel nacional”, mencionó Murrieta al ser presentada como la nueva presidenta de la fundación. “A menudo estoy en la posición de ser la única mujer, la única persona de color y la única inmigrante en las salas donde se toman decisiones. Creo que mi perspectiva como latina en este campo es crucial para crear cambios que beneficien a todos los estudiantes, especialmente a aquellos de grupos que experimentan desventajas en la educación”, añadió.