Rubén Pérez, un veterano abogado hispano con casi 40 años como fiscal y abogado, es uno de los nuevos elementos de la oficina de Kim Ogg, la Fiscal del condado de Harris. Él es el nuevo jefe de la Oficina de Delitos Especiales que se encarga de perseguir casos de crimen organizado, fraude, narcotráfico y lavado de dinero.
La designación fue hecha de manera oficial en la mañana del miércoles 25 de enero. Es el segundo hispano que entra al equipo de Ogg desde que tomó posesión de su cargo el martes 2 de enero, ya que hace dos semanas nombró al también abogado David Mendoza como el jefe de la Oficina de Integridad y Ética.
“Ambos elementos tienen un gran historial de luchar por lo que creen”, dijo Ogg en un correo electrónico sobre por qué designó a esos dos abogados para integrar su equipo y explicó que prometió a los ciudadanos de Harris “experiencia, integridad y diversidad” cuando asumió su cargo y que con esos nuevos funcionarios “el público puede estar seguro de contar con las tres”.
Pérez es un hispano del pueblo de Seguin, en el centro de Texas a las afueras de San Antonio y, según la biografía oficial que proporcionó Dane Schiller, vocera de la fiscalía, estudió Derecho en la University Southwest Texas State y en la Marshall School of Law. En Houston, Pérez trabajó como Procurador Federal en el Distrito Sur de Texas persiguiendo casos de tráfico de personas, derechos civiles, operativos contra el crimen organizado y casos antidrogas.
Uno de los casos más sonados de Pérez fue su investigación para encausar penalmente a la proxeneta Hortencia ‘Tencha’ Medeles, quien hasta el año 2015 manejaba el burdel Las Palmas en la calle Telephone Road del barrio mexicano del East End y quien, junto a varios hombres, sometía a condiciones de esclavitud forzada a decenas de mujeres que tenían retenidas, revelaron en aquel entonces los documentos legales del caso.
En una de sus primeras declaraciones como fiscal de la Oficina de Delitos Especiales, Pérez le reveló en un correo electrónico que “vamos a perseguir de manera agresiva a las personas basándonos en donde nos lleven las pruebas. Al mismo tiempo, debemos respetar los derechos civiles de todos”. En Estados Unidos, en donde “las víctimas tienen derecho a ser representadas por alguien que busca justicia en su nombre”, agregó.
