Entre los más recientes en aprobar esta política se encuentran Massachusetts y Minnesota, cuyos gobiernos estatales promulgaron leyes en 2023 para ampliar el acceso a licencias de conducir sin importar el estatus migratorio.

Aunque las condiciones varían según el estado, los solicitantes suelen tener cumplir con múltiples requisitos como:

• Comprobar residency en el estado (por ejemplo, con recibos de servicios o contrato de renta)
• Presentar una identificación válida (como pasaporte extranjero o matrícula consular)
• Aprobar los exámenes de manejo teórico y práctico requeridos según el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de cada estado.
• Pagar una tarifa de solicitud de alrededor de 50 dólares, que varía según el estado

En algunos casos también se solicita un Número de Identificación del Contribuyente (ITIN) o una carta del empleador. Además, los solicitantes no deben tener antecedentes graves, como delitos de conducción bajo influencia o agresiones.

Contar con una licencia de conducir estatal permite a los inmigrantes, no solo conducir legalmente y con mayor seguridad, sino también contratar seguros de auto, reduciendo riesgos financieros. Esto permite evitar situaciones de fuga en accidentes de tránsito conocido como hit and run y facilitar el acceso al empleo y a la movilidad diaria.

Cabe destacar que estas licencias solo son válidas dentro del estado donde fueron emitidas y no otorgan estatus migratorio ni autorización federal para viajar o trabajar.