Conoce cómo optimizar tus gastos en electricidad, agua y gas con estas recomendaciones prácticas.
Los costos de servicios públicos, conocidos como utility bills, pueden ser un gasto significativo para las familias en Estados Unidos, especialmente durante meses de clima extremo, cuando el uso de calefacción y aire acondicionado aumenta. Con la llegada de los climas fríos en otoño e invierno, existen varias estrategias y cambios simples que pueden ayudar a reducir el consumo y, por lo tanto, disminuir estos gastos mensuales.
Una de las mejores maneras de reducir los costos es mejorar la eficiencia energética en el hogar. Por ejemplo, al sellar puertas y ventanas se pueden reducir los recibos del gas. Las filtraciones de aire pueden representar hasta el 30% de los costos de calefacción y enfriamiento. Es recomendable utilizar selladores en puertas y ventanas para evitar fugas de aire.
Por otro lado, una casa bien aislada reduce la necesidad de calefacción y aire acondicionado. Para las viviendas antiguas, mejorar el aislamiento en áticos y paredes exteriores es importante.
Otra recomendación para reducir los costos de los recibos de luz es utilizar iluminación LED. Los focos LED consumen hasta un 75% menos de electricidad que los focos incandescentes tradicionales, además tienen mayor duración.
Los electrodomésticos son una de las principales fuentes de gastos de energía eléctrica en el hogar. Lavar la ropa con agua fría es una recomendación básica. Alrededor del 90% de la energía utilizada por las lavadoras se destina a calentar el agua. De esta manera, utilizar agua fría en lugar de caliente puede reducir significativamente el consumo energético.
De igual manera, aprovechar los climas soleados para secar la ropa al aire libre puede generar cierto ahorro para evitar el uso de secadoras. Si requieres usar la secadora limpia el filtro después de cada carga para mejorar su eficiencia.
Asimismo, desenchufar aparatos en desuso genera ahorros energéticos. Aunque los electrodomésticos estén apagados, muchos continúan consumiendo energía en modo de espera o phantom load. Desenchufarlos cuando no los uses puede ayudar a evitar este gasto adicional.
En cuanto a la calefacción en temporada invernal o el aire acondicionado en temporadas de calor, existen diversas formas de generar ahorros. Por ejemplo, los termostatos programables o inteligentes permiten ajustar la temperatura según los horarios en el hogar, lo cual reduce el uso cuando no hay nadie en casa. Esto puede representar un ahorro de importante en las facturas durante las temporadas en las que se utiliza más la calefacción o el aire acondicionado.
Por otro lado, el mantenimiento regular del sistema de calefacción y aire acondicionado, lo que incluye la limpieza o cambio de filtros de aire regularmente, ayuda a que el sistema funcione de manera más eficiente, reduciendo el consumo de energía.
Para el ahorro de agua existen diversas soluciones, por ejemplo, instalar dispositivos de ahorro de agua como aireadores para grifos, cabezales de ducha de bajo flujo y sanitarios de bajo consumo. Esto puede ayudar a reducir el uso de agua sin afectar la comodidad. De igual forma, otros aspectos como reparación de fugas, mejorar la riega de jardines, son estrategias útiles para ahorrar agua.