El próximo viernes 31 de julio es la fecha límite para que los 2 mil 600 dreamers que recibieron su permiso para laborar en Estados Unidos después del 16 de febrero del presente año, lo devuelvan a la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés).

La primera acción de la USCIS fue solicitar a los afectados que regresaran las tarjetas expedidas después del 16 de febrero, argumentándoles que éstas serían cambiadas por una nueva tarjeta con fecha de vencimiento de dos años. Posteriormente, el 13 de julio la USCIS mandó una segunda carta a las direcciones marcadas en sus registros, mencionando que funcionarios civiles visitarán los domicilios de los dreamers para acelerar las devoluciones.

La prisa que ha mostrado la USCIS para arreglar el problema se debe a que, de no hacerlo, puede ser multada y, al mismo tiempo, comprometer un proceso que tiene pendiente el futuro de unos 5 millones de indocumentados hispanos. Esta situación obedece a que, después del 16 de febrero, la USCIS emitió 2 mil 600 permisos de trabajo a dreamers sin darse cuenta que estaba violando la ley; por ello, el plazo límite para recuperar y cambiar las tarjetas se fijó para el próximo viernes 31 de julio.

Las nuevas tarjetas tendrán una vigencia de dos años y podrán renovarse una vez que se cumpla dicho lapso de tiempo. Numerosas organizaciones, así como activistas, han comprendido la importancia de que se realice la citada devolución, por lo que se han sumado a la USCIS en la tarea de explicarles a los dreamers que no hay riesgo de ser deportados.

“Les decimos que entreguen en tiempo y que no van a ser deportados. USCIS dice que si no les devuelven las tarjetas, van a negar o van a caducar DACA. Es un error que están tratando de arreglar y se han comprometido a enviar a los afectados nuevas tarjetas con una validez de dos años renovable por un mismo periodo de tiempo”, dijo Gabriela Pacheco, directora ejecutiva de The Bridget Proyect.

Fuente: Univisión