Luis Marquez nació en Villanueva, Zacatecas y sus padres emigraron al sur de Los Ángeles cuando él tenía 4 años de edad, lugar donde vivió como indocumentado hasta los 17 años; sin embargo a la postre se convirtió en alcalde, puesto que dejó tras cumplir su periodo en diciembre de 2015.

Ser alcalde de Downey, ciudad conocida como el Beverly Hills latino, era el sueño que Marquez tuvo desde que era un niño inmigrante indocumentado. “Yo crecí en el sur de Los Ángeles, en un barrio con mucha violencia. Mis padres trabajaron siempre como obreros, ya se retiraron pero todavía viven ahí”, comenta.

“Tenía primos y familia que vivían aquí [Downey] y yo venía para acá y me gustaba mucho por sus calles muy limpias. Así que cuando me gradué de la Universidad Estatal de California en Northridge y empecé a trabajar, decidí que quería comprarme una casa en Downey y venir aquí con mi familia”, narra Marquez.

Para cumplir su sueño, Marquez tuvo que pasar por todos los inconvenientes que implica ser inmigrante indocumentado y vivir en un barrio de escasos recursos económicos. “Yo tenía bien claro qué quería estudiar y practicaba mucho deporte. Los pandilleros entendían eso y me respetaban. Pero muchos de mis amigos murieron en las pandillas, algunos están en la cárcel”, recuerda el ahora ex alcalde.

Sin embargo lo que más le dolía de ser indocumentado -comenta-, era saber que tendría muchas limitaciones para ir a la universidad; pero al hacerse residente a los 17 años fue feliz al saber que podría acudir a la universidad.

A los 43 años de edad Marquez empezó a meterse en la política y a participar en movimientos sociales. Se hizo concejal de Downey hace siete años, convirtiéndose en el primer concejal de origen mexicano. Durante 2015 fue el alcalde, pues los concejales en esta ciudad al sur de Los Ángeles se rotan el cargo, pero todavía le queda un año como concejal.

Marquez explica que Downey tiene bien ganada la fama de ser el Beverly Hills latino, pues comenta que la mayor parte de los latinos que triunfan en los negocios deciden establecerse en esta ciudad. “Aquí tenemos a los hermanos Ortiz, a los dueños de la salsa el Tapatío, la familia Galván de los mercados Amapola y otros grandes empresarios latinos”, señala.

“Downey ha pasado de ser 70% anglosajona a ser 70% latina. Hay muchos inmigrantes o descendientes de mexicanos, y también muchos cubanos, sudamericanos y centroamericanos”, concluye Marquez.

Fuente: La Opinión