Mike Brown, director interino del Departamento de Policía de Salt Lake City, asegura que los agentes del orden no cumplirán ningún tipo de función migratoria.

En el marco de la convención de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos de Estados Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), Brown se comprometió a ganarse la confianza de los grupos minoritarios prometiendo que a nadie se le pedirá que “demuestren si son estadounidenses”.

Brown apuntó que de hecho el temor a la deportación puede propiciar el delito, ya que quienes se encuentran en calidad de indocumentados en los Estados Unidos no confian en el sistema de justicia para denunciar en caso de ser víctimas de un delito o colaborar en acciones encaminadas a combatir la delincuencia.

Brown explicó lo contraproducente que puede resultar que la policía local se meta en funciones migratorias: “Las actividades delincuenciales prosperan entre los débiles, los temerosos, los marginados, aquellos a los que se nos ha encomendado proteger. Cuando los delincuentes saben que sus víctimas tienen miedo o indisposición para cooperar con la policía, actúan con impunidad”.

El nuevo director de la policía de Salt Lake City explicó que trabajará para diversificar el departamento a su cargo, además de evitar el encasillamiento racial y que el Departamento de Policía se gane la confianza de los grupos minoritarios.

La población de origen hispano en Salt Lake City representa el 22 por ciento de los habitantes de la capital de Utah.

Fuente: Univisión