El factor abuela o “granny factor” es un fenómeno que apoya la conservación del idioma español entre la primera y tercera generación de migrantes en Estados Unidos.
Las personas que crecen hablando algo de español en hogares de inmigrantes son conocidos como hablantes de lengua de herencia. Incluso cerca del 40% de las universidades en Estados Unidos ofrecen clases en español, dirigidas a hablantes de herencia.
Kim Potowski, profesora de lingüística hispana en la Universidad de Illinois, explica que el fenómeno de conservación del español sucede entre la primera y tercera generación de migrantes, es decir de abuelas (o abuelos) a sus nietos. Ella lo conoce como “factor abuela”.
“Yo llamo factor abuela al hecho de que, si los abuelos que emigraron de adultos de México, o de donde sea, están cerca de la casa o hay un contacto frecuente con ellos, es más probable que el niño desarrolle un español fuerte”, explica Potowski.
Según explica Potowski, el “factor abuela” ocurre en cualquier comunidad donde haya migrantes que hablen español. Generalmente la primera generación de migrantes, llegó a Estados Unidos sin saber inglés y en muchos casos continúan monolingües hasta edades adultas. “La abuela que sea monolingüe en español te va a ayudar con tu español”, considera la especialista.
Es el caso de Gloria López, de 72 años, quien llegó a Estados Unidos hace casi seis décadas y le enseñó español a sus nietos. “Siempre les hablé en español a mis nietos porque no hablo inglés. El español se ha conservado porque les hablo desde que ellos nacieron”, explica.