Isaret Jeffers, dirige desde el 2017 el Colectivo Árbol, que apoya a familias de inmigrantes que se dedican a la agricultura en los campos de Florida y a mujeres inmigrantes víctimas de violencia.
“Paisanita Carrión”, como se le conoce a Isaret Jeffers, la fundadora de Colectivo Árbol, nació en León Guanajuato y a los 22 años emigró a Atlanta, Georgia, donde logró establecerse y conseguir trabajo en una tienda de artículos de piel.
Durante diez años, Isaret, sufrió de violencia doméstica de parte del padre de sus hijas, situación que la motivó a apoyar a mujeres inmigrantes en la misma situación. Fue cuando acudió al Consulado de México en Orlando y conoció a muchas mujeres que habían vivido o estaban viviendo lo mismo que ella.
De esta forma comenzó a ayudar a mujeres inmigrantes en condiciones vulnerables y recibió apoyo a través de donaciones de ropa y comida. De esta forma, en 2017 nació Colectivo Árbol, que inició sus actividades ofreciendo clases de inglés.
Actualmente el colectivo está enfocado en el apoyo comunitario a las mujeres inmigrantes que se dedican a la agricultura. El colectivo ha realizado ferias de salud y campañas sociales donde brindaron asesoría legal, clases de inglés, entre otras actividades.
“Las mujeres trabajadoras del campo son la columna vertebral de las familias que traen las frutas y verduras a nuestras mesas, son parte muy importante de nuestra comunidad y por eso deben ser mujeres fuertes en todos sentidos, no solo físicamente sino emocionalmente”, explicó Jeffers al medio Sentinel de Orlando.
Asimismo, gracias a la labor de Jeffers y el Colectivo Árbol, han logrado colabora con el Club Migrante Guanajuatense, el Gobierno de Guanajuato, la Secretaría del Migrante y Enlace Internacional de Guanajuato, para realizar un programa de reunificación familiar. A través de este programa lograron entregar visas a 36 padres mayores de 60 años que no habían visto a sus hijos inmigrantes por diez años.
No obstante, la labor del Colectivo no solo se limita a apoyar a inmigrantes mexicanas: “Ella (Jeffers) no distingue nacionalidades, no tienen que ser mexicanos, ayuda a la gente de cualquier país, colombianos, ecuatorianos, venezolanos. Es una mujer entregada al servicio de la comunidad, colabora con juguetes para los niños, organiza eventos educativos y mantiene informada a la comunidad”, explicó la inmigrante colombiana Carolina Estrada, que ha sido beneficiada por las acciones del colectivo.
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