Juan Díaz cruzó la frontera huyendo de la pobreza y la violencia de su país. Luego de trabajar muy duro por varios años decidió luchar, y a pesar estar sin documentos y tener una orden de deportación en su contra, asumió el reto de fundar su propia empresa de aire acondicionado y calefacción.
Ahora luego de cinco años, gracias a su trabajo y empeño, acaba de lograr lo que hasta para su abogado era imposible: el aplazamiento de la orden de deportación.
Esto es lo que está haciendo para demostrarle a un juez de inmigración que merece quedarse en EE.UU.
Su pesadilla comenzó con un DUI
El hispano Juan Díaz pensó que su peor pesadilla habría sido cruzar el desierto caminando sin parar por más de dos días, pasando hambre, frío y sed. Pero no tardaría mucho en darse cuenta que vendría algo peor.
Luego de pasar la frontera en 1999, Juan se instaló en el estado de Virginia y consiguió trabajo demoliendo edificios y cargando bolsas de basura. Aunque era un trabajo muy duro lo hizo todos los días por dos años.
Un día volviendo del trabajo en su vehículo, se salió de la carretera y golpeó un tráiler. “No tenía licencia y había un envase vacío de cerveza en mi auto. Me impusieron siete cargos entre ellos un DIU y uno por criminal trespassing”, cuenta el inmigrante.
Por miedo a ir a la cárcel, aceptó todos los cargos y en lugar de enfrentar la situación decidió salir del estado.
Está sería su peor decisión.
En Georgia encontraría su verdadera vocación
En el 2001, llegó a Atlanta, con solo un sleeping bag bajo el brazo. No tenía ni para pagar la renta y le costó mucho encontrar trabajo.
Finalmente empezó trabajando en una empresa de aire acondicionado y aunque no sabía nada del oficio estaba dispuesto a aprender.
Comenzó sin saber inglés y era el único hispano de la compañía. “Cuando me pedían una herramienta, yo pasaba tres, para no quedar mal”.
Por 10 años trabajó en la misma compañía. Primero fue ayudante y luego pasó a ser instalador, pero sentía que debía llegar más lejos.
Los consejos de su padre y la crisis del 2008 lo llevaron a enfrentar sus miedos
Cuando llega la crisis económica del 2008, comienza a escasear el trabajo y comenzaron los despidos en su empresa.
En ese momento, recuerda con voz entre cortada, “se me vinieron a la mente los consejos que me daba mi padre. En especial cuando nos decía, a lo poco que tengas sácale provecho”.
Así que, aunque se presentaron miles de obstáculos decidió a trabajar por su cuenta.
El dueño de la compañía lo apoyó para obtener la certificación en aire acondicionado y calefacción, y un compañero de trabajo lo respalda con la licencia necesaria para realizar los trabajos.
Eso le abrió muchas puertas y así pudo fundar Don Juan Services. Una empresa que genera actualmente más de cinco empleos.
Ahora luego de cinco años de lucha en las cortes, acaba de lograr el aplazamiento de su deportación, y afirma que no tiene miedo “sé que mi caso se resolverá sin que tenga que salir de este país, aquí tengo mi empresa, mi casa y mi familia y estoy haciendo todo lo necesario para demostrarle al Gobierno que soy una persona con buena moral y que aportó a la economía de los EE.UU.”
Juan Díaz
Don Juan Services LLC.
770-905-6252
Georgia
Fuente: Mundo Hispánico