Los derechos de los inmigrantes sin documentos en Estados Unidos son protegidos por la Constitución.
Estados Unidos es el hogar de cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados, quienes representan aproximadamente el 3.2% de la población. Asimismo, los más de 7 millones de trabajadores indocumentados representan el 4.4% de la fuerza de trabajo.
Luego de cuatro años en los que la administración anterior, a través del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), realizó redadas masivas para detener a trabajadores indocumentados, el gobierno de Joe Biden ha intentado proteger a los inmigrantes sin documentos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la administración y de Congreso, no fue posible le incluir un plan para un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados, como era el plan del presidente Biden en el plan Build Back Better.
No obstante, existen derechos fundamentales, para todas las personas que residen en Estados Unidos, sin importar su estatus migratorio. Por ejemplo, la libertad de expresión, libertad de culto, derecho a la privacidad.
Además, la 5ta Enmienda de la Constitución establece el derecho al debido proceso, es decir que ninguna persona será obligada a declarar contra sí mismo, ni a ser privado de la vida, libertar o propiedad sin el debido proceso legal.
Los inmigrantes indocumentados tienen derecho al asesoramiento legal, según la 6ta Enmienda, que establece que en todos los procesos penales el acusado deberá contar con la asistencia de un abogado para su defensa.
Por otra parte, aunque el derecho a la educación no se encuentra en la Constitución, la ley prohíbe que los estados nieguen la educación pública gratuita a estudiantes con base en su estatus migratorio.