El matrimonio con un ciudadano estadounidense permite al cónyuge extranjero solicitar la residencia permanente legal o Green Card a través de un proceso conocido como ajuste de estatus o proceso consular, dependiendo de si la persona se encuentra dentro o fuera de Estados Unidos.

Para solicitar la residencia, se deben cumplir ciertos requisitos y presentar evidencia que demuestre que el matrimonio es legítimo y no fue celebrado con el único propósito de obtener beneficios migratorios. Entre los documentos que pueden respaldar la solicitud se incluyen:

• Marriage certificate/Acta de matrimonio
• Pruebas de convivencia y vida en pareja, como cuentas bancarias conjuntas, contratos de renta o hipoteca a nombre de ambos
• Fotografías, mensajes y registros de viajes en común
• Declaraciones de familiares y amigos que confirmen la relación

Existen diversos contextos en los cuales puede ocurrir un matrimonio con un ciudadano estadounidense. Por ejemplo, para los inmigrantes en situación irregular, estar casado con un ciudadano estadounidense puede proporcionar protección contra la deportación en ciertos casos. Si una persona en proceso de deportación demuestra que está casada con un ciudadano y cumple con los requisitos, puede solicitar la cancelación de la deportación y ajustar su estatus migratorio. Sin embargo, este proceso no es automático y requiere la aprobación de un juez de inmigración.

En general, cuando un inmigrante ingresó ilegalmente, el proceso para el ajuste de estatus se torna más complicado. Para iniciar el proceso de solicitud de una Green Card, el cónyuge no ciudadano debe salir del país. Además, si el esposo o esposa estuvo ilegalmente en Estados Unidos por más de 180 días, podría enfrentar una prohibición que le impediría entrar al país por tres o hasta diez años. Para ello es necesario solicitar un perdón migratorio o personal waiver para continuar con su solicitud de residencia.

Por otro lado, para personas que ingresaron legalmente a Estados Unidos y tienen estatus legal, como una visa de inmigrante o de no inmigrante, el proceso es más sencillo, ya que no es necesario solicitar el perdón migratorio y puede iniciar el proceso sin complicaciones. Además, en estos casos no se encuentran en peligro de deportación.

Por ejemplo, una persona con visa H-1B que contrae matrimonio con un ciudadano puede iniciar directamente el proceso para obtener su residencia a través de los formularios I-130 y I-485, el primero establece la relación con el ciudadano y el segundo solicita una Green Card.

En cambio, si ingresó legalmente, pero permaneció más tiempo del permitido, el proceso es el mismo que como si tuviera estatus legal. Al haber entrado a Estados Unidos con inspección por parte de un agente del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), y con un visado válido o en el marco del Programa de Exención de Visado o Visa Waiver Program, el proceso de solicitud es más sencillo.

Cabe resaltar que, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) investiga de manera detallada las solicitudes de residencia por matrimonio para evitar fraudes migratorios. Si se determina que un matrimonio fue celebrado con objetivo de obtener beneficios migratorios, los involucrados pueden enfrentar sanciones graves, incluyendo la negación de la residencia, multas e incluso procesos penales.