Convertirse en ciudadano de Estados Unidos implica acceder a libertades fundamentales y beneficios, pero también asumir compromisos clave con el país.
Obtener la ciudadanía estadounidense por naturalización representa un paso de suma importancia en la vida de muchas personas inmigrantes. Además de abrir nuevas oportunidades, también formaliza su pertenencia plena a la sociedad estadounidense. Al completar este proceso, las personas adquieren derechos protegidos por la Constitución, así como responsabilidades cívicas esenciales para el buen funcionamiento del sistema democrático.
La ciudadanía estadounidense garantiza a todas las personas, sin importar si nacieron en el país o se naturalizaron, el acceso a una serie de derechos fundamentales. Estos incluyen la libertad de expresión, la libertad de culto y el derecho a un juicio justo y rápido con jurado. También otorga el derecho a votar en elecciones para cargos públicos, postularse a puestos de elección popular, y solicitar empleos federales que requieren ser ciudadano. A esto se suma el derecho general a buscar una vida plena bajo los principios de “vida, libertad y la búsqueda de la felicidad”, como establece la Declaración de Independencia.
Junto con estos derechos, quienes adquieren la ciudadanía también deben cumplir con ciertas obligaciones. Entre ellas está apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos, así como respetar y obedecer las leyes a nivel federal, estatal y local. La participación activa en la democracia también es clave, esto incluye mantenerse informado sobre asuntos públicos, participar en elecciones y formar parte de la comunidad local como deberes fundamentales. Además, los ciudadanos deben pagar impuestos de manera puntual y honesta, servir como jurado cuando se les requiera y estar dispuestos a defender al país si las circunstancias lo exigen.
La ciudadanía estadounidense no solo proporciona protección legal y derechos políticos, sino que también exige un compromiso activo con la comunidad y los valores del país. Luego de realizar el Oath of Allegiance o Juramento de Lealtad, que es el último paso para obtener la ciudadanía, los ahora ciudadanos están plenamente comprometidos con el país.
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