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Acceso Latino

Ser indocumentada no la detiene de abrir su propio negocio

El verano pasado abrió la Michoacana Loca en Huntington Park y emplea a seis trabajadores

Yolanda Valdez es un torbellino de energía. No para un segundo. Lo mismo parte fruta con agilidad que trata a sus clientes como si fueran de su familia.

“Nunca imaginé cuando vine hace más de 20 años como indocumentada que un día iba a tener mi propio negocio. Te mentiría si te dijera que era mi sueño. Las cosas se fueron dando”, dice esta inmigrante de Nayarit, México.

Ya va para un año que abrió su negocio La Michoacana Loca en Huntington Park en donde vende fruta, paletas, helados, tortas, quesadillas y una amplia variedad de antojitos.

“Le puse la Michoacana Loca porque a muchos de nuestros productos en el menú les agregué esa palabra más que nada como una estrategia de publicidad para despertar el morbo. Así tenemos el Pepino Loco, la Piña Loca, Torta Loca y Tosti locos”.

Es muy probable que a sus clientes no les pase por la mente que por muchos años Valdez vendió fruta en las calles de Los Ángeles para ayudar a su esposo con los gastos de la casa.

Vendedora ambulante

“Comencé como ayudante de los vendedores de fruta en la calle, afuera de las fábricas. Me pagaban 5, 7 dólares por unas horas. Hasta que pocos meses después mi esposo me animó a lanzarme por mi cuenta”, recuerda.

“Hacía vasitos de fruta con chile y limón. Los ponía en una caja y los metía en una carreola para bebés y me iba a venderlos afuera de una escuela en Montebello. Se me vendía todo”, dice.

No había pasado mucho tiempo cuando se sintió que ya era una experta en la preparación y ventas de frutas. Pidió trabajo y se lo dieron en un negocio de venta de helados y cocteles de frutas. “Ahí estuve hasta que me hice socia en otro negocio de frutas en Downey”, observa.

Ya para entonces su esposo había incursionado en el negocio de Bienes y Raíces. “Lo que hicimos fue comenzar a ahorrar y cuidar el dinero lo más que podíamos. No hubo vacaciones por tres años. Y así fue como pudimos abrir la Michoacana Loca y en menos de un año ha sido todo un éxito”, expone.

Esta inmigrante considera que la clave para triunfar en su negocio ha sido manejarlo como si fuera el primer día. “Uno tiene que actuar como si fuera empleado, no la dueña y esmerarse mucho“, considera.

Pero también cree que los buenos precios y tratar bien a los clientes es algo fundamental.

“Yo les digo a los empleados que siempre miren al cliente a los ojos y lo saluden”, indica.

La vida de Valdez en los Estados Unidos ha sido de mucha lucha, pero asegura que su espíritu positivo la ha sacado adelante.

“Nunca tomo nada personal”, dice.

Fuente: La Opinión.

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