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El defensor de los inmigrantes y derechos civiles del Concejo de Los Ángeles, Peter Schey, propuso convertir la ciudad de Los Ángeles, en una zona libre de arrestos de jóvenes “dreamers” por parte del Servicio de Migración y Aduana (ICE).

“¡Prevenga mi arresto! es lo más importante que me han pedido en las reuniones con la comunidad afectada”, dijo Schey durante la primera reunión del Comité de Derechos Civiles y Asuntos de los Inmigrantes del Concejo de Los Ángeles.

Ningún “dreamer debe ser detenido sin una orden de arresto o causa probable en la ciudad de Los Ángeles”, señaló.

Schey propuso además que Los Ángeles, con el apoyo de los centros de ayuda legal y organizaciones no lucrativas, entreguen cartas de representación de abogados a los “dreamers”, lo que evitaría que los detuvieran si los oficiales de ICE no llevan una orden de arresto.

Dichas cartas informarían al ICE que la persona que quieren detener tiene el derecho de permanecer callado y cualquier cuestionamiento sería ilegal, bajo las leyes federales.

“Cómo puedo salir libre una vez que me han detenido”, es la segunda pregunta que más le han planteado al defensor de los inmigrantes.

“La ciudad debe proveer fondos y recursos para que los abogados pro bono proporcionen representación en las audiencias de fianzas para conseguir la liberación del “dreamer” u otro inmigrante arrestado”, dijo.

Y remarcó que ninguna persona debe estar bajo arresto en lo que se conoce como detención discrecional por ser pobre y no tener para pagar la fianza.

El defensor de inmigrantes en el Concejo angelino propuso crear una ordenanza de derechos humanos para todos, que sea un modelo para otras jurisdicciones así como establecer la Comisión de Derechos Humanos con miembros designados por el abogado de la ciudad y confirmados por el alcalde.

Su misión sería escuchar y atender quejas de discriminación, amenazas, represalias, entre otras. Al mismo tiempo tendrá autoridad para mediar disputas, investigar, realizar audiencias e imponer sanciones como multas, suspender licencias y otros remedios.

Schey aconsejó despenalizar ofensas menores usualmente cometidas por residentes de bajos ingresos de las minorías, y reducirlas a civiles.

“Parece que Los Ángeles tiene nueve ordenanzas para castigar a quienes piden limosna; y 15 más por sentarse, descansar y estar sentado. Tenemos que cambiar eso porque el Departamento de Seguridad de la Nación (DHS) considera las condenas criminales para hacer decisiones relacionadas con deportar o no”, indicó.

Tessie Borden, miembro de Indivisible de Highland Park, un grupo local de lucha contra la agenda del presidente en turno, enfocado en la defensa de los inmigrantes dijo que no están de acuerdo con las cartas de representación porque devuelven la responsabilidad de su defensa al inmigrante. “Funcionan hasta cierto punto. Nosotros necesitamos una ordenanza que regrese la responsabilidad a la Ciudad para protegernos a todos y que separe las funciones de la policía local de la federal”, indicó.

También criticó que no esté definido qué organizaciones les van a dar esas cartas de representación legal a los inmigrantes cuando llegue ICE a detenerlos, o quién los va representar en las audiencias de fianza.

El presidente del concejo angelino, Herb Wesson, propuso que en lugar de que la ciudad sea declarada una ciudad Santuario, se defina como una Ciudad de Santuario. “Suena más inclusivo”, señaló.

Fuente: El Diario NY

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