La salud mental va conectada con el bienestar físico, está comprobado que cuando uno padece problemas emocionales y mentales, estos se ven reflejados en el cuerpo, ya sea con sobrepeso, adicciones u otros males que deterioran el organismo interna y externamente.

El estrés, la depresión y la ansiedad traen consigo problemas físicos, que afectan el día a día de las personas, se pueden presentar conflictos en el trabajo, en la escuela o casa, así como falta de energía y un sistema inmune vulnerable a resfriados y otras enfermedades.

Otros síntomas que se podrían vincular con la desestabilidad emocional o psicológica son la hipertensión, dolor de espalda o de cabeza, así como estreñimiento o diarrea, cabe mencionar que también se pueden adquirir malos hábitos como beber y fumar en exceso.

Este tipo de padecimientos, algunas veces son provocados por algún suceso trágico, como el fallecimiento de un ser querido o por tener un estilo de vida ocupado, divorcios, sufrir un accidente o contraer una enfermedad.

Es esencial que expreses tus sentimientos cada vez que sea necesario, tener actividades físicas y asistir a terapia en caso de que los problemas emocionales se agraven, así un especialista demostrará que tus síntomas no son el resultado de otro problema físico, sino de causas emocionales.

Busca el equilibrio en la vida, debes tener tiempo para hacer cosas que te gusten, salir de vacaciones, tener tiempo para ti, no preocuparte de más con los problemas de trabajo, escuela o casa, estos puedan llevarte a tener sentimientos negativos o agresivos, enfócate en lo positivo y parte de ahí para provocar cambios benéficos.

Algunos estudios han probado que una actitud positiva es capaz de mejorar la calidad de vida, así que mantén una buena actitud, busca ayuda en caso de que te superen los problemas, come sanamente, haz ejercicio y disfruta de tus ratos libres.

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