El pasado 19 de septiembre se realizó un foro en la preparatoria Santee, ubicada en Los Ángeles, California, donde actividades de entretenimiento, expresiones artísticas y servicios comunitarios fueron parte del foro que se enfocó en los menores inmigrantes provenientes de Centroamérica que se encuentran refugiados en Estados Unidos.
En el foro tomaron parte varias organizaciones comunitarias y se abordó la situación actual, calificada como una “crisis migratoria“, a raíz de la masiva llegada de menores centroamericanos desde el año 2014.
Martha Arévalo, directora ejecutiva del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), calificó de “dramáticas” las imágenes de familias y menores no acompañados que abandonan su país de origen a bordo de “La Bestia” (como llaman al tren que utilizan los migrantes para cruzar México y llegar a Estados Unidos) o recluidos en los centros de detención migratorios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
De los más de 60 mil menores del triángulo norte de Centroamérica que llegaron a Estados Unidos el año pasado se estima que unos 2 mil viven ahora en Los Ángeles, donde se han enfrentado a una serie de problemas inesperados, como pandillas, acoso escolar y la falta de asistencia legal.
“Niños y niñas han estado huyendo de la región por mucho tiempo”, dijo Nancy Zúñiga, de la Alianza de Derechos Humanos para Niños Refugiados y sus Familias, quien fue panelista del foro.
Por su parte, para Alex Sánchez, director de Homies Unidos, organización comunitaria sin fines de lucro que fue el organizador principal del evento, la atención a los menores refugiados debe ser permanente. Su grupo ha regresado al redil a decenas de adolescentes inmigrantes, algunos de los cuales estuvieron a punto de unirse a pandillas. “No los vamos a abandonar nunca. Nos hemos comprometido con estos muchachos de por vida”, afirmó Sánchez.
Fuente: La Opinión