A partir del fallecimiento del juez Antonin Scalia en febrero de 2016, Estados Unidos “ha sufrido en las manos de un Senado obstruccionista que se niega a cumplir con su deber constitucional de ofrecer consejo y consentimiento en llenar la vacante judicial Tribunal Supremo”, afectando a millones de estadounidenses e inmigrantes, señaló el Center for American Progress (CAP).
De acuerdo con el CAP, tras la decisión tomada por senadores de Estados Unidos, sobre la obstrucción de cualquier persona a quien nombre el presidente Barack Obama para ocupar el puesto vacante en la Corte Suprema, “más de 100 millones de estadounidenses podrían verse afectados por la falta de una novena justicia”.
CAP advirtió que si la obstrucción continúa, contando con un número par de jueces en la Corte Suprema (8), se podría dañar la capacidad del Tribunal para pronunciarse sobre cuestiones clave. Una de ellas concerniente a los alivios migratorios DACA plus y DAPA.
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“La nación no tuvo que esperar hasta el término de 2016 para ver el impacto de la obstrucción sin precedentes del Senado”, apunta CAP, y agrega que “la vacante ya ha dañado el estado de la Corte como el árbitro final de las cuestiones legales críticas y cuestiones constitucionales que afectan millones de vidas".
“En varios casos, la Corte entra en un punto muerto de 4-4 y se abstiene de pronunciarse sobre el fondo, lo que retrasa una decisión real”, demandó CAP. Resaltando el caso de “Estados Unidos vs Texas”, donde se discutía la aprobación de DACA plus y DAPA, alivios migratorios propuestos por Barack Obama en noviembre de 2014 y que protegerían de la deportación a más de 5 millones de inmigrantes indocumentados.
“El 23 de junio de 2016, un Tribunal Supremo con sus jugadores incompletos no pudo llegar a una decisión. Por ahora, la decisión del 5º Circuito para bloquear DAPA y DACA+ en todo el país se mantiene de forma predeterminada. Se estima que 4 millones de inmigrantes seguirán siendo vulnerables a la deportación y más de 6 millones de ciudadanos continuarán viviendo en el miedo por sus seres queridos”, concluye CAP.
Fuente: Center for American Progress