Alcaldes demócratas hacen caso omiso a la amenaza de Donald Trump de cortar los fondos federales a ciudades que se oponen a facilitar información sobre indocumentados al servicio federal de inmigración.
Varias ciudades del país, incluídas las tres más pobladas, Los Ángeles, Nueva York y Chicago, dicen que seguirán sin compartir información de inmigrantes indocumentados con las autoridades federales de inmigración cuando Donald Trump llegue a la presidencia. Los alcaldes, todos demócratas, hacen así caso omiso a la amenaza del candidato republicano de cortar los fondos federales a las consideradas ciudades santuario, municipios que evitan cooperar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
No hay una definición legal para ciudad santuario, pero en algunos casos significa que las autoridades locales emiten tarjetas de identificación para los habitantes en situación irregular, prohíben a sus policias locales preguntar por el estatus migratorio de la gente o no notifican a la agencia de inmigración cuando un inmigrante indocumentado sale libre tras un delito menor. Pero no se trata en ningún caso de territorios donde ICE no pueda detener (y de hecho detiene) a indocumentados.
Varios alcaldes demócratas dijeron en las últimas horas que seguirán con su falta de cooperación con la agencia de inmigración:
Los Ángeles. El jefe de la Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, sostiene que su departamento no colaborará con ICE, en una muestra de continuidad de las políticas que ha mantenido la institución desde 1979, ahora liderada por un alcalde demócrata. “No vamos a trabajar junto con el Departamento de Seguridad Nacional en los esfuerzos de deportación”, dijo Beck.
Nueva York. Bill de Blasio, demócrata, recordó que, antes que entregar datos personales de personas indocumentadas al gobierno federal, la normativa de la ciudad permite destruir la base de datos que ha permitido expedir tarjetas de identificación a vecinos sin papeles.
Chicago. El demócrata Rahm Emanuel reiteró reiteró que, desde hace 33 años, rige en esta ciudad la llamada ley de santuario. La policía y los funcionarios municipales tienen prohibido preguntar el estatus migratorio de las personas y tampoco colaboran en la detención de indocumentados para deportación.
San Francisco. El alcalde Ed Lee salió a hablar combatiente: “Siempre seremos San Francisco. Mucha gente está enfadada, frustrada y con miedo, pero nuestra ciudad nunca ha sido así”, dijo según recogieron medios locales de la ciudad.
Seattle. El alcalde Ed Murray dijo que su ciudad seguirá siendo “hospitalaria”, informa la agencia de noticias AP. “Lo último que quiero es que empecemos a entregar a nuestros vecinos”, aseguró.
Providence. En la mayor ciudad de Rhode Island, el alcalde Jorge Elorza, hijo de inmigrantes guatemaltecos, dijo que mantendrá la política de no retener a personas acusadas por infracciones civiles en nombre de agentes federales de inmigración.
Newark. Ras Baraka, alcalde de esta ciudad de Nueva Jersey, añadió que la retórica de Trump sobre inmigración “da miedo” a la comunidad.
Fuente: UNIVISIÓN Noticias.
