Entre los padecimientos del riñón, la insuficiencia renal es la más común y letal. Actualmente es considerada como un problema de salud pública. Según la Secretaría de Salud (SSa) debido al aumento de enfermedades como la diabetes, hipertensión y la obesidad, la insuficiencia renal se convirtió en la tercera afección con mayor nivel de morbilidad en México.
El sobrepeso u obesidad, la falta de ejercicio, el fumar, el alcoholismo y malos hábitos de alimentación son las principales causas de riesgo para muchas enfermedades crónicas, incluida la insuficiencia renal. Se estima que en la República Mexicana, nueve millones de personas padecen daño renal, de las que 150 mil se encuentran en etapas avanzadas y la única forma de salvarse es con un trasplante de riñón.
Algunas personas pueden vivir con un solo riñón, existen casos en que seres humanos han nacido con uno solo y han tenido vidas saludables. Se recomienda llevar una dieta hipoproteíca, que es consumir una alta cantidad de alimentos ricos en proteínas, tanto de origen animal como vegetal, como pueden ser las carnes, pescado, huevo, queso y lácteos y eliminando todos los carbohidratos.
Tienen que cuidar qué tipo de fármaco consumen, los antiinflamatorios tienen efectos negativos sobre la función renal y ciertos antibióticos. Hacer ejercicio regularmente y revisiones anuales de orina y una ecografía –son otras de las medidas que aconsejan los expertos.
No obstante, el individuo puede quebrarse un hueso, lesionarse algún músculo, el cerebro puede dormir y ninguno de estos eventos ponen en riesgo la vida, pero si los dos riñones dejan de funcionar, como sucede en la enfermedad renal terminal.
Nuestros riñones son motores, si sufren algún daño considerable, la vida cambia drásticamente, se tienen que tomar medicamentos durante toda la vida, en muchos casos someterse a un proceso de diálisis y por último, un trasplante de riñón que involucra muchos cuidados y un órgano compatible.
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