Un reciente informe encargado por la Iniciativa Kino para la Frontera (KBI, por sus siglas en inglés) y la Conferencia Jesuita de Canadá y Estados Unidos denuncia que antes de ser deportados, muchos inmigrantes indocumentados son sometidos a abusos verbales y físicos por parte de agentes de la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés).
El informe, titulado “Nuestros Valores en la Línea”, está basado en entrevistas con inmigrantes deportados a Nogales (México) entre julio de 2014 y marzo de 2015. El documento indicó que más de una tercera parte de los inmigrantes deportados sufrieron algún tipo de abuso a manos de la Patrulla Fronteriza, que durante años ha sido blanco de acusaciones de corrupción, abuso y falta de transparencia.
De acuerdo con la CBP, la institución carece de recursos para investigar las quejas. Según el análisis, los inmigrantes deportados sufrieron toda clase de abusos, pero la mayoría de los afectados optó por guardar silencio debido a que desconocían sus derechos, tenían miedo a represalias, o creían que nada cambiaría si se quejaban.
El informe también denuncia que las familias de inmigrantes que son detenidas en grupo por la Patrulla Fronteriza por lo general no son deportados juntos, lo que suele empeorar su situación mientras son mandados a su país de origen.
Dos de cada tres inmigrantes indocumentados encuestados en el informe fueron separados de sus familiares y deportados por distintas partes de la frontera sur de forma escalonada, con días, semanas y meses de separación.
“Las consecuencias de la separación familiar incluyen penurias financieras significativas, riesgos de seguridad, y mayores posibilidades de sufrir algún tipo de abuso después de ser deportados”, concluye el documento.
Fuente: La Raza