Angel y Jacqueline García de Rayos fueron invitados por congresistas a presenciar el discurso del presidente
El presidente ha invitado a su discurso de ante el Congreso a familiares de víctimas de criminales indocumentados, pero los hijos de la mexicana Lupita García de Rayos, deportada a principios de mes, le pidieron que cese las deportaciones y el sufrimiento de las familias inmigrantes.
Para Angel y Jacqueline García de Rayos, de 16 y 14 años, respectivamente, la vida ya no es igual desde que su madre, que hoy está de cumpleaños, fue deportada de Phoenix (Arizona) a Nogales el pasado 9 de febrero, y ese mensaje trasladaron hoy afuera del Capitolio.
Ahora ambos, invitados por los congresistas demócratas de Arizona, Rubén Gallego y Raúl Grijalva, a presenciar el discurso del mandatario del pasado martes en la noche ante una sesión conjunta del Congreso, son el rostro humano de las deportaciones en la nueva era.
“Ahora no está, y la casa se siente muy sola… se siente un vacío, como si mitad de mi corazón no estuviera”, dijo Angel, al describir la angustia de no tenerla a su lado, dándole consejos o compartiendo el día.
Si pudiera hablar con el presidente, añadió, le pediría que piense bien en su política actual de deportaciones porque “deportando a unos papás no va a hacer nada”.
Por su parte, Jacqueline, dijo que está decidida a seguir luchando para que su madre “regrese a casa connosotros”.
Gallego y Grijalva aseguraron que los republicanos no han dado un solo paso por una reforma migratoria, y ésta no se lograra hasta que los demócratas recuperen el control del Congreso.
Las órdenes ejecutivas que emitió el mandatario el pasado 25 de enero dan luz verde a la ampliación de los centros de detención y a la contratación de 15,000 agentes de Inmigración, y han dado más poderes a los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para arrestar y deportar a inmigrantes indocumentados.
Se prevé que el presidente aproveche su discurso para delinear sus prioridades de gobierno, incluyendo la deportación de “criminales” para reforzar la seguridad nacional.
Pero Lupita García de Rayos no era “criminal”, y desde 2008 acudía puntualmente a su cita anual con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Phoenix (Arizona), hasta que fue detenida durante 24 horas y deportada a Nogales el pasado 9 de febrero.
García de Rayos afrontaba cargos por el uso de un Seguro Social falso, y aunque tenía órdenes de deportación, no era prioridad durante la Administración.
Ahora, en la era de del nuevo mandatario, todo inmigrante indocumentado queda expuesto al riesgo de la deportación, según reconoció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Varios líderes demócratas del Congreso han invitado al discurso a “DREAMers”, refugiados y demás inmigrantes que han hecho enormes contribuciones a EEUU pese a estar marginados, como contrapeso a la narrativa negativa que quiere transmitir el presidente sobre los inmigrantes.
Fuente: La Opinión.