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Acceso Latino

La semana pasada el actual presidente estadounidense, firmó un documento en donde se deja fuera a los indocumentados del censo 2020, argumentando que ellos no son parte de la democracia al no estar legalmente en el país, misma acción movilizó a activistas y demás defensores de los inmigrantes.

Letitia James es la líder del movimiento, quien junto con gobiernos estatales y locales se unieron para demandar al presidente norteamericano, en un intento más por dejar a los indocumentados fuera de todo proceso legal.

La solicitud se enfoca en los resultados negativos que tendría el censo en caso de que se lleve a cabo y en cómo atenta en contra de los derechos de los indocumentados.

“Si la Casa Blanca logra sacar a los indocumentados del censo, muchos de ellos verán afectados sus derechos más básicos que están escritos en la Constitución, ocasionando que varios miembros de la Cámara de Representantes pierdan credibilidad, afectando así, la democracia” se lee en el escrito.

Las ciudades de Colorado, Massachusttes, Carolina del Norte, Pensilvania, Chicago, Filadelfia, San Francisco, Seattle y Washington, D.C se unieron a Nueva York y a otros 19 estados.

La demanda añade que, al descartar a los indocumentados, las comunidades más vulnerables tendrán muchos problemas económicos.

“Sacar a los indocumentados de la base de distribución de presupuestos, afectará aún más las comunidades, por ejemplo, quebrantará su capacidad para llevar a cabo la redistribución de distritos a nivel estatal y del Congreso, impidiéndoles recibir fondos federales de emergencia y deteriorando la calidad de los datos del censo en los que confían los norteamericanos para que se puedan llevar a cabo las funciones gubernamentales esenciales”, señala la demanda.

Esta petición se une a los reclamos de muchas organizaciones civiles, que ven este acto como una agresión a los derechos humanos de los indocumentados.

Fuente: La Opinión

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