Las historias que viven los inmigrantes parecen salidas de un guión de Hollywood, lleno de drama y angustia, que día a día sufren, pero como en las películas, existe un héroe y en este caso, es el Fondo de Justicia del Condado de Orange, un defensor de los indocumentados.

James (nombre ficticio) es un inmigrante que desde niño padece de polio y vivió una auténtica pesadilla en su país de origen, ya que constantemente era víctima de ataques y decidió huir de su nación, para llegar a Estados Unidos a pedir asilo, pero no contaba con que viviría otra historia de terror.

Fue detenido en la frontera, lo metieron a una celda, no le dieron tratamiento médico de su padecimiento; (poliomielitis) en lugar de eso, lo aislaron y paso momentos muy difíciles. Después de siete meses en la cárcel de Theo Lacy, en el Condado de Orange, un juez le otorgó libertad bajo fianza, pero no tenía los recursos para pagarla.

Cuando todo parecía perdido, sorpresivamente, llegaron los abogados del Fondo de Justicia del Condado de Orange (OCJF, por sus siglas en inglés) y pagaron su fianza para que pudiera salir en libertad.

Todo fue relatado por James en la celebración de la segunda recaudación de fondos del OCJF en Costa Mesa, en la que se dio a conocer que desde su apertura a principios de 2019, la organización no lucrativa ha logrado la liberación de 21 personas de diferentes centros de detención en el Sur de California.

Los líderes de la OCJF resaltaron que uno de sus objetivos primordiales es cerrar la grieta que existe en el sistema de justicia; las personas que enfrentan una deportación no tienen derecho a un abogado destinado por el gobierno, mientras que ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) sí cuenta con abogados capacitados para cada caso.

Los dirigentes confían que con el apoyo de la OCJF, los inmigrantes tendrán mejores defensas ante la deportación y la comunidad se sentirá más protegida y apoyada.

Fuente: La Opinión