A seis años de obtener su licencia como abogado y un pleito judicial de casi cuatro años por el derecho a ejercer su profesión, en febrero pasado César Vargas se convirtió en el primer abogado indocumentado de Nueva York. El también activista, originario de Puebla, se graduó con honores de la escuela de leyes de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Hoy día, César es consciente de la preocupación que existe entre los migrantes sin papeles, en particular la comunidad mexicana. En entrevista, explica que “muchos jóvenes están tratando de renovar su DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) antes de que de Donald Trump tome posesión del cargo.
“También tengo el caso de familias indocumentadas con hijos ciudadanos en las fuerzas armadas y otros casos donde están en proceso de asilo y necesitan aplicarse para cancelar sus deportaciones. Son diferentes casos pero sí representan a la comunidad mexicana que, muchos de ellos, están preocupados, tienen miedo, y quieren hablar con cualquier experto legal para entender su caso y para ver si hay alivios en el sistema”, detalla el joven poblano.
– ¿Qué significa para ti recibir estos casos? – Es la razón por la que soy abogado, la razón por la que estudié para representar y luchar por mi comunicad. En la mayoría de los casos no cobro, es gratuito. Lo más importante no es el dinero sino ayudarles. La prioridad es que nuestra comunidad tenga acceso a consejo legal, es lo que mi mamá me enseñó, a no dar la espalda a la comunidad.
Respecto al plan de deportaciones prometido por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, César comenta que “vamos a darle la oportunidad de que gobierne pero igualmente tenemos que jugar una estrategia defensiva”.
Sobre su último día en México, recuerda que su madre lo llevó junto con sus hermanos a la catedral poblana.
“Fue un gran impacto en mi vida. Estaba en la escuela, mi maestra me dijo que mi mamá había ido a recogerme. En lugar de ir a casa nos fuimos a la catedral de Puebla y mi mamá fue directamente al altar, se hincó y empezó a rezar. Tengo una foto de ese día y representa el sacrificio de mi mamá”.
Vargas recuerda que “al cruzar la frontera estábamos chicos, éramos los cuatro pequeños de la foto, mi mamá y el coyote. Para mí siempre fue una aventura, tenía cinco años, nunca tuve miedo, Siempre estuve tranquilo porque mi mamá estaba conmigo. Entendía que íbamos a empezar una vida nueva”.
Este joven abogado trabajó en la campaña del aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders como estratega nacional de asuntos latinos.
“Siempre voy amar la cultura mexicana, me siento mexicano y Estados Unidos es mi hogar pero en este momento de nuestra historia, la realidad es que tenemos que construir puentes entre los dos países para asegurar que todos tengan la oportunidad de una vida mejor, no importa si son mexicanos, rusos, o lo que sea. Si mi mamá tuvo que huir de su país para buscar nuevas oportunidades, espero que mi trabajo sirva para que otras personas no tengan que pasar por esto”.
Fuente: EL UNIVERSAL.