La cofundadora de la Arizona Dream Act Coalition fue reconocida por su liderazgo en 2012 y continúa trabajando por los derechos de las y los jóvenes migrantes.
Dulce Matuz llegó a Estados Unidos desde Sonora, México, cuando tenía 15 años, para reunirse con su madre. Como miles de historias de jóvenes inmigrantes, Matuz enfrentó barreras por su situación migratoria. Sin embargo, su historia se ha convertido en ejemplo de lucha, activismo y superación. En 2012, fue nombrada una de las personas más influyentes del mundo por la revista Time. Hoy, además de ser ciudadana estadounidense, lidera una empresa de bienes raíces y continúa su labor en defensa de los derechos de jóvenes migrantes.

Dulce llegó a Estados Unidos para reunirse con su madre, sin saber inglés ni conocer a fondo lo que implicaba vivir sin documentos en el país. Matuz cuenta que su plan no era quedarse, sino trabajar y regresar a Sonora. Sin embargo, años después su estadía se convirtió en algo permanente, aunque durante más de una década vivió como persona indocumentada.
Tras concluir la preparatoria solicitó su ingreso a la Universidad Estatal de Arizona, pero enfrentó obstáculos por no tener un número de seguro social. Aun así, logró ingresar con el apoyo de mentores y una beca. Durante su carrera, una serie de leyes contra los inmigrantes surgieron en Arizona, por ejemplo como la Proposición 300, la cual le quitó beneficios y triplicó el costo de la matrícula para estudiantes sin estatus migratorio. Esta situación fue clave, pues fue lo que la motivó para hacer una carrera dentro del activismo, pues luego de sufrir las consecuencias de una ley antiinmigrantes fundó la Arizona Dream Act Coalition y se convirtió en una voz clave en la defensa del DREAM Act y, posteriormente, de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Su activismo la llevó incluso a participar en actos de protestas pacíficas y a ser arrestada junto a otros estudiantes para exigir la votación del DREAM Act en el Senado. Aunque la propuesta no fue aprobada en esa instancia, Matuz continuó defendiendo DACA.
En 2012, la gobernadora de Arizona emitió una orden para negar licencias de conducir a personas beneficiarias de DACA, lo que llevó a Matuz y a su coalición a organizar protestas y una demanda legal, que finalmente ganaron. Ese activismo y liderazgo la llevaron a ser incluida por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo.
En septiembre de 2016 obtuvo la ciudadanía estadounidense. Y actualmente, Matuz reside en Arizona, está casada y es madre de dos hijos. Es fundadora y agente principal de su empresa inmobiliaria American Traditions Realty y sigue colaborando con la Arizona Dream Act Coalition.