El Programa de Formación de Intérpretes Médicos de Centro Hispano ha superado las barreras lingüísticas en la atención médica para la comunidad hispana en Tennessee.
La comunidad hispana/latina en Estados Unidos enfrenta diversos desafíos en el país, uno de ellos es la barrera del lenguaje, que puede ocurrir desde espacios informales hasta espacios donde una comunicación errónea o equivocada puede derivar en problemas graves, como en la atención médica. La comunicación con los prestadores de servicios de salud y profesionales de la salud es clave para que la calidad en la atención sea óptima.
En este sentido, un programa de intérpretes en Knoxville, Tennessee, está abordando esta disparidad en la atención médica para la comunidad latina al formar intérpretes médicos, abriendo así nuevas líneas de comunicación y asegurando que los pacientes puedan acceder a los servicios que necesitan de manera oportuna.
El Programa de Formación de Intérpretes Médicos de Centro Hispano está cambiando el panorama de la atención médica al formar a personas bilingües para que se conviertan en intérpretes médicos capacitados. Dalia Rodríguez-Rojo, coordinadora del programa, explica que este esfuerzo busca no solo capacitar a las personas para que interpreten, sino también para que se conviertan en defensores activos de los pacientes: “Tener a alguien que pueda defenderte y hacerle saber a tu proveedor, ‘oye, esto es lo que el paciente está diciendo. Esto es lo que el paciente necesita’. Realmente le devuelve al paciente el control de su propia atención médica”.
El programa, que comenzó en colaboración con el Centro Médico de la Universidad de Tennessee, ha crecido de forma importante, lo que ha permitido su expansión a cinco centros médicos locales. Este crecimiento refleja la necesidad de intérpretes médicos competentes que puedan atender a la población hispana en la región. Según Daniella López, una de las participantes en el programa, la presencia de un intérprete no solo facilita la comunicación, sino que también garantiza que los pacientes no se sientan excluidos o menospreciados debido a barreras lingüísticas.
“Creo que es muy importante construir ese tipo de relación con nuestra comunidad, que puedan confiar en nosotros para interpretarles, porque hay escasez de intérpretes, y para mí, sabiendo tres idiomas, es muy importante poder usar las habilidades que me dieron para ayudar a otros”, dijo Erika Tomás, quien continúa su capacitación como intérprete.
A lo largo del programa, los aspirantes a intérpretes, como López y Tomás, participan en talleres, escenarios de juegos de rol, aprenden vocabulario médico, entre otras actividades
Rodríguez-Rojo destaca que el rol es mucho más complejo, ya que no solo es necesario saber inglés y español, sino conocer la terminología y entender la ética detrás de la interpretación médica. “No es suficiente con solo hablar el idioma; se requiere una capacitación específica”, explicó.
El programa está actualmente en su tercera cohorte y responde a la alta demanda de intérpretes médicos capacitados en el área. Los candidatos deben ser completamente bilingües en inglés y español, preferiblemente de ascendencia latina, y mayores de 18 años. Además, deben comprometerse a dedicar horas significativas por la noche para estudiar y asistir a clases durante el verano. Más información: interpreter@centrohispanotn.org.