Organizaciones comunitarias buscan proteger los derechos de personas en procesos de deportación ante las rígidas medidas migratorias actuales.
En medio de un contexto migratorio complejo en Estados Unidos, diversos grupos de voluntarios han comenzado a organizarse para brindar apoyo a inmigrantes que enfrentan procesos de deportación. Estas acciones, impulsadas por organizaciones como el Northwest Immigrant Rights Project, responden a los operativos que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizan dentro y fuera de los juzgados de inmigración, especialmente tras la cancelación de casos por parte de jueces migratorios.
Por ejemplo, recientemente en una corte migratoria de Seattle, luego de la cancelación del caso de deportación de un hombre colombiano, voluntarios se acercaron para asistirle y aconsejarlo. Los voluntarios guardaron sus llaves, ayudaron a memorizar números telefónicos importantes y recolectaron datos de sus familiares. Mientras tanto, agentes de ICE esperaban afuera para detenerlo.
Este tipo de operativos ha generado preocupación entre defensores legales, quienes han interpuesto demandas colectivas para evitar arrestos en cortes de inmigración. Paralelamente, personas de distintas edades y profesiones, estudiantes, jubilados, líderes religiosos, se han movilizado como observadores en los tribunales, brindando acompañamiento a quienes enfrentan la posibilidad de ser detenidos tras sus audiencias.
Desde Seattle hasta Denver y Nueva York, estos voluntarios ofrecen orientación sobre derechos, ayudan a memorizar números clave, graban los arrestos y notifican a familiares. Algunas organizaciones han producido materiales en varios idiomas, incluyendo hojas informativas y videos de entrenamiento para nuevos participantes. El objetivo es estar presentes, dar apoyo y ser testigos ante una práctica que para muchos deja a los inmigrantes en una situación de vulnerabilidad.
Otro caso en Nueva York ejemplifica la importancia de esta clase de acompañamiento. Una mujer, Alva, llegó al tribunal con su hija. Mientras su esposo, citado el mismo día, fue detenido al salir de la audiencia a pesar de que un juez había concedido tiempo para que consiguiera representación legal. La familia no supo de su paradero hasta días después. Voluntarios como el reverendo Fabián Arias ayudan en estas circunstancias, explicando lo ocurrido y ofreciendo apoyo emocional.
Otros, como Brianna García en El Paso, Texas, graban arrestos y entregan información sobre derechos. En Denver, Don Marsh escolta a las personas hasta sus vehículos para que puedan contactar a abogados o familiares si ICE los detiene. Aunque muchos de estos voluntarios no tienen experiencia previa en defensa migratoria, han decidido involucrarse ante lo que consideran una necesidad urgente de proteger los derechos fundamentales de todas las personas, sin importar su estatus migratorio.
