Las directrices del Departamento de Seguridad Nacional para evitar que todos los inmigrantes indocumentados sean blancos de deportación seguirán adelante tras el fallo a favor de la Corte Suprema.
El 23 de junio, la Suprema Corte de Estados Unidos anunció que permitirá a la administración del presidente Joe Biden de seguir adelante con la aplicación de directrices que modifican las leyes de migración. Estas directrices buscan aprovechar los recursos destinados a la deportación de personas que representan una amenaza a la seguridad nacional.
Luego de una votación 8 a 1 que falló en contra de los estados de Texas y Luisiana, la Suprema Corte revocó el falló de un juez que el año pasado detuvo las directrices impuestas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Estas directrices implementadas a finales de 2021 buscaron reducir el alcance de las políticas de deportación, al no solo tomar en cuenta la entrada ilegal de los inmigrantes, sino realizar una evaluación del individuo y determinar si se trata de una amenaza para la seguridad pública.
Es decir, estas políticas buscan aprovechar los recursos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y que, para el proceso de deportación, los agentes se guíen en hechos y circunstancias individuales, no en el hecho de que se trate de un inmigrante indocumentado. Esta política busca proteger a miles de no ciudadanos que trabajan en Estados Unidos, pagan sus impuestos y realizan aportes a sus comunidades.
“Aplaudimos el fallo de la Corte Suprema. El DHS espera restablecer estas Pautas, que los oficiales de ICE, aplicaron de manera efectiva para enfocar los recursos limitados y las acciones de cumplimiento en aquellos que representan una amenaza para nuestra seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza. Las Directrices permiten que el DHS cumpla de manera más efectiva su misión de aplicación de la ley con las autoridades y los recursos proporcionados por el Congreso”, explicó Alejandro N. Mayorkas, secretario de seguridad nacional.
De esta manera, el estatus migratorio irregular de una persona en Estados Unidos no será el aspecto principal para su deportación, sino otros aspectos relacionados con la seguridad nacional. Esto brinda la oportunidad a Dreamers y otros no ciudadanos a no estar sujetos a ser deportados solo por su estatus migratorio.