La semana pasada, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) dio a conocer que se canceló el proyecto de un albergue para menores indocumentados centroamericanos en el oeste de Denver, Colorado.
De acuerdo con activistas locales, esta decisión podría generar beneficios para los menores inmigrantes que han sido beneficiados con los servicios sociales en Colorado.
El albergue empezaría a operar en el mes de abril, cuando recibiría a mil menores indocumentados centroamericanos. Iba a ser construido en Lakewood, pero los costos asociados al plan de renovación, que podían llegar hasta los 37 millones de dólares, y el plazo de un año que implicaba la obra fueron razones suficientes para cancelar el proyecto.
Rosa Vergil, miembro de la organización pro inmigrante FreshStart, dijo que “las organizaciones que proveen ayuda a inmigrantes menores o a hijos de inmigrantes en el área metropolitana de Denver desde hace años operan casi al límite de su capacidad”, y agregó que “haber traído a mil niños más a Denver, aunque sea con la ayuda del gobierno federal, podría haber complicado la situación de los niños locales, porque las mismas organizaciones que ayudan a unos probablemente estarían ayudando a los otros”, situación que ya no sucederá con la cancelación.
Andrea Helling, portavoz de HHS, argumentó que el gobierno necesita un centro operativo a partir de la primavera, por lo que se encuentra buscando otros lugares por el país para gestionar la llegada de menores no acompañados provenientes de Centroamérica.
Según datos oficiales, al cierre del año fiscal 2014, entraron a Estados Unidos cerca de 68 mil menores indocumentados no acompañados, cifra que se redujo a 34 mil en 2015.
Fuente: Univisión