El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha propuesto cambios para ampliar las exenciones sobre “dificultad extrema” a indocumentados que tramitan sus papeles a través de familiares ciudadanos o residentes permanentes inmediatos, sin ser penalizados bajo la llamada “ley del castigo”.
DHS propuso los cambios la semana pasada, sin embargo, aceptará comentarios públicos hasta el 23 de noviembre. Posteriormente se prevé que el reglamento final se publique en el diario oficial del gobierno (Federal Register) y entre en vigor a principios o durante la primavera de 2016.
Joanne Ferreira, portavoz de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés), explicó que la guía con los cambios propuestos por DHS “sirve simplemente para clarificar con más detalle lo que es ‘dificultad extrema’, y quiénes califican para solicitar una exención”.
Según DHS, los cambios no ofrecen ningún estatus migratorio a los indocumentados, sino que son parte de un ajuste del proceso regulatorio para los inmigrantes indocumentados que son cónyuges, padres o hermanos de ciudadanos estadounidenses y tramitan su residencia permanente.
La guía aclara quiénes y en qué condiciones pueden solicitar una exención sin sufrir las consecuencias de la “ley del castigo” de 1996, la cual prohíbe el reingreso a Estados Unidos de inmigrantes indocumentados por períodos de tres y diez años, dependiendo del tiempo que estuvieron viviendo sin papeles en el país.
De aprobarse el nuevo reglamento que propone DHS, beneficiaría a todos los indocumentados que califican para la “tarjeta verde” o residencia permanente y para la exención por su estadía como indocumentados en Estados Unidos. Para solicitar una exención o un permiso, conocido como “waiver 601”, los indocumentados tienen que demostrar que la separación de su familia causaría una “dificultad extrema”.
Para determinar si se trata de una “dificultad extrema”, DHS tomaría en cuenta factores como el impacto en la salud, las finanzas, educación, y vínculos comunitarios en Estados Unidos, además del “miedo a la persecución” del solicitante, y las condiciones de inestabilidad social o política en sus países de origen. También evaluaría el impacto de la separación si el indocumentado tiene hijos nacidos en el país, o tiene a su cargo el cuidado de familiares ancianos o discapacitados.
Cada solicitud será analizada y el solicitante del “waiver 601” debe presentar una serie de documentos que demuestren sus vínculos familiares y condiciones particulares de “dificultad extrema”. USCIS aceptaría diversos tipos de “prueba” de esa “dificultad extrema”, incluyendo testimonios personales; opiniones de expertos; documentos médicos, escolares, y bancarios; actas de nacimiento o de adopción, licencias matrimoniales, y documentos sobre manutención de hijos; fotografías; prueba de empleo; documentos de pertenencia a organizaciones comunitarias y culturales, o servicio voluntario; artículos de prensa, e informes de organismos públicos y privados sobre la situación en sus países de origen.
Fuente: La Raza