El pasado 28 de enero, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), informó que fueron deportados 77 de los 121 inmigrantes indocumentados que fueron detenidos en las redadas llevadas a cabo durante el primer fin de semana de 2016.
Las primeras redadas se llevaron a cabo por agentes de ICE en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte, donde fueron detenidos un total de 121 inmigrantes indocumentados. “Como resultado de las recientes acciones relativas a unidades familiares, el ICE ya ha deportado a 77 individuos a Honduras, Guatemala y México”, indicó un portavoz de la dependencia.
ICE afirmó que las detenciones fueron para adultos y niños inmigrantes que tenían una orden judicial final de deportación y agregó que “tuvieron la oportunidad de presentar recursos ante un juez migratorio”. La dependencia remarcó que las 77 deportaciones no se dirigieron hacia inmigrantes que tuvieran pendiente un recurso ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (que es la mayor instancia judicial para temas migratorios) y tampoco contra inmigrantes que todavía tenían plazo para presentar apelaciones.
Cabe resaltar que el Departamento de Seguridad Nacional ha insistido en reiteradas ocasiones que los arrestos sucedidos en las redadas y las posteriores deportaciones se han dirigido contra inmigrantes que tienen órdenes finales de deportación y que han agotado todos los recursos legales, al no tener derecho a reclamar asilo u otro alivio humanitario bajo las leyes estadounidenses.
Sin embargo, varias organizaciones pro inmigrantes han criticado las redadas y aseguran que causan daño y angustia innecesario a las familias.
Fuente: La Prensa, EFE