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Un simple número, motivo suficiente para que un inmigrante no pueda obtener la ciudadanía

Errores o discrepancias en algún documento son motivo suficiente para que un inmigrante no logre obtener la ciudadanía estadounidense. Y, en casos extremos, puede que un solo número erróneo ocasione una deportación, señalan autoridades.

De acuerdo con el Consulado de México en Los Angeles, personas que enfrentan problemas de distinta índole a causa de errores tipográficos en sus documentos acuden con frecuencia. También señalan que, desde el año pasado, el Consulado tiene la facultad necesaria para resolverlos, gracias a un cambio legislativo que le permite expedir actas de nacimiento.

Sin embargo, Georgina Marina, cónsul de asuntos jurídicos, advierte que un dato incorrecto en un certificado de nacimiento, o una identificación, puede ocasionar un problema tan serio como la deportación. “Porque las autoridades migratorias son muy cuidadosas y pueden creer que la persona está tratando de cometer un fraude”, apuntó.

Conoce más: Cambio de identidad, acción frecuente de inmigrantes mexicanos en EE UU

Georgina explicó que es frecuente que los inmigrantes cambien sus datos personales para conseguir un empleo, porque no les gusta su nombre original, para evadir a la policía o por desconocer las consecuencias. Y, subraya, tocan fondo cuando solo tienen documentos con información incorrecta y deben realizar un trámite ante las autoridades migratorias o alguna agencia del orden.

La cónsul apunta que a diario el Consulado recibe al menos a uno de sus connacionales con líos por cambios ilegítimos en sus documentos. Es por eso que Georgina recomienda a sus compatriotas acudir a su consulado para corregir sus documentos antes de someterlos al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) o alguna otra entidad de gobierno estadounidense.

La gente no lo considera tan relevante y cree que no hay repercusiones, pero desgraciadamente sus vidas se complican aún más“, concluyó la funcionaria.

Un número es la diferencia

Uno de los casos que ejemplifican esta situación es el de María, quien desde hace 30 años no puede obtener la ciudadanía estadounidense por un error en su acta de nacimiento.

En 1986, narra María quien omite compartir su apellido, cuando sometió documentos a las autoridades federales tratando de beneficiarse de la amnistía migratoria, envió un acta que, debido a un error tipográfico que se cometió en una oficina del Registro Civil en México, indicaba una fecha incorrecta de su nacimiento.

Esa equivocación cambió su edad en el certificado, que recién se había elaborado porque no se encontró registro del original. “No me quedó otra opción que aplicar con la fecha del acta equivocada. Nadie me garantizaba que en ‘equis’ tiempo me iban a encontrar mi acta correcta“, comparte María.

Recibió un permiso temporal de trabajo y otro para salir del país, ambos con la fecha de nacimiento incorrecta. Pero cuando María usó su acta de nacimiento correcta (que fue encontrada tiempo después) para solicitar la residencia permanente, USCIS notó la discrepancia.

Para la dependencia se trata de dos personas distintas, por lo que le negó la ciudadanía, incluso después recibir pruebas de ADN que confirman que ella es madre biológica de quien pide su legalización. “Todo esto ha sido tan desgastante. Estoy atrapada, llevo 18 años sin poder salir a ver a mi familia. Mi padre falleció, mi mamá también, y no fui”, expresó.

Por ello, María, cuya edad correcta es 63 años, aconseja a la comunidad inmigrante que “revisen todos sus documentos y tengan mucho cuidado para que no tengan un problema como el mío“.

 

Fuente: La Opinión

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