La Visa Integrity Fee y la actualización en exenciones de entrevistas modificarán el proceso para turistas, estudiantes y trabajadores temporales.
El proceso para obtener una visa de no inmigrante en Estados Unidos sufrirá cambios significativos a partir de este año fiscal, debido a la reciente aprobación de la One Big Beautiful Bill Act (OBBB) y a la actualización de criterios para exenciones de entrevistas por parte del Departamento de Estado (DOS).
Uno de los cambios más relevantes es la creación de la Visa Integrity Fee, un nuevo cargo obligatorio que se aplicará a toda persona extranjera a la que se le otorgue una visa no inmigrante, incluyendo visas de turismo, estudiante o trabajo temporal. El pago, establecido inicialmente en 250 dólares o más, se realizará al momento de emitir la visa y se sumará a las tarifas consulares ya existentes.
De acuerdo con la ley, firmada por el presidente Donald Trump el 4 de julio de 2025, este monto será ajustado cada año conforme al índice de precios al consumidor. Los recursos recaudados irán al fondo general del Departamento del Tesoro y no se permitirá su exención o reducción, sin importar la situación económica del solicitante.
La normativa contempla un reembolso limitado para quienes cumplan estrictamente con las condiciones de su visa, incluyendo no haber trabajado sin autorización y haber salido de Estados Unidos dentro de los cinco días posteriores a su vencimiento, o bien haber obtenido una extensión o ajuste de estatus a residente permanente legal.
Esta tarifa afectará prácticamente a todas las categorías de visas no inmigrantes, como B1/B2 (turismo y negocios), F-1 (estudiantes), H-1B, H-2A y H-2B (trabajo temporal), L-1 (transferencias intraempresa) y J-1 (intercambio), entre otras.
Asimismo, el DOS anunció que, a partir del 2 de septiembre de 2025, la mayoría de los solicitantes, incluyendo menores de 14 años y mayores de 79, deberán acudir a una entrevista presencial con un oficial consular.
Las excepciones aplicarán solo para casos específicos, como solicitantes de visas diplomáticas u oficiales, y ciertas renovaciones de visas B1/B2 o permisos de cruce fronterizo para ciudadanos mexicanos, siempre que cumplan con requisitos adicionales como no haber recibido una negativa previa ni presentar posibles causales de inelegibilidad.
Estas medidas, que modifican tanto el costo como los procedimientos para obtener una visa de no inmigrante, reflejan un endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses y podrían impactar a miles de personas que viajan por motivos laborales, académicos o turísticos, así como a empresas que contratan trabajadores extranjeros.