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Acceso Latino

La economía incierta de los latinos en Carolina del Norte ante el nuevo gobierno

Empresarios, trabajadores y expertos analizan los efectos de la inflación, el temor a redadas migratorias y las políticas económicas actuales en la vida diaria de la comunidad inmigrante.

Desde la llegada del presidente Donald Trump al poder en enero, familias latinas y negocios en Carolina del Norte han experimentado cambios inmediatos en su vida económica. La inflación, el aumento en el precio de productos básicos y el miedo por las políticas migratorias han generado un clima de incertidumbre. Un reportaje realizado por Enlace Latino NC recogió testimonios directos de miembros de esta comunidad, quienes describen cómo han enfrentado esta nueva realidad en apenas los primeros meses del 2025.

Luis Ángel Fuentes, dueño del Supermercado El Rey en Charlotte, compartió que la clientela hispana de su negocio disminuyó notablemente debido al temor a las redadas de inmigración. “Las ventas bajaron porque la gente ya no sale como antes y compra solo lo esencial”, explicó. Además, a esto se suman las preocupaciones por posibles aranceles a productos mexicanos y canadienses, esenciales en su inventario.

Por otro lado, en el sector gastronómico, Rubén Granados, propietario de camiones de comida y una cocina comunitaria, enfrentó un duro comienzo de año. El incremento en los precios de insumos y la reducción de personal por la inflación complicaron sus operaciones. “Nos afectó también el clima severo; si no hay construcción, no hay ventas”, expresó.

En cambio, en Asheville, Alberto Loyola, conocido como Calzada Drywall, notó un repunte en la actividad constructiva, pero no en sus ganancias. El aumento de precios de materiales como el drywall y la escasez de mano de obra han complicado sus operaciones. “Mucha gente tiene miedo de salir. Yo sigo trabajando, pero no todos se atreven”, comentó.

Los desafíos también alcanzaron a negocios como la panadería argentina Milonga Bakery en Raleigh. Su dueña, Verónica Benavente, explicó que la inflación y la crisis aviar duplicaron el precio de los huevos, ingrediente base en la mayoría de sus productos. “Antes pagaba 100  dólares por 30 docenas, ahora pago más de 220”, dijo. La clientela, mayormente inmigrante, ha disminuido, algo que atribuye tanto a los altos precios como al miedo generado por el endurecimiento de las políticas migratorias en las últimas semanas.

En este sentido, expertos también analizan el impacto general, por ejemplo, el Dr. Joaquín Alfredo-Ángel Rubalcaba, economista de la UNC-Chapel Hill, asegura que el panorama económico es mixto: si bien no se ha producido una recesión, sectores como la agricultura y la construcción podrían resentir la incertidumbre. “La ley HB10 y la política migratoria estatal crean miedo y reducen la participación laboral de los inmigrantes”, indicó. Además, detalló que la crisis en la cadena de suministros, los desastres naturales y las decisiones de la Reserva Federal influyen en este contexto volátil.

Aunque Carolina del Norte mostraba indicadores económicos importantes previos al cambio de administración, el crecimiento no se distribuyó de manera equitativa. Las comunidades rurales y marginadas continúan rezagadas en comparación con los centros urbanos, una brecha que, según especialistas podría ampliarse si persiste la incertidumbre política y económica.