La Ley en Estados Unidos garantiza el acceso a la educación pública a todas las personas que se encuentren en el territorio sin importar su estatus migratorio o de ciudadanía.
La Corte Suprema de Estados Unidos establece que los menores indocumentados cuentan con los mismos derechos que los ciudadanos estadounidenses al recibir educación pública. Tanto los residentes permanentes o indocumentados tienen garantizada la educación pública gratuita.
Los inmigrantes indocumentados pueden acceder a la educación pública estadounidense desde el primer año de preescolar hasta el 12vo grado, es decir el último año de preparatoria. Esto siempre y cuando el estudiante no rebase la edad de 21 años.
De esta forma todos los niños y adolescentes en Estados Unidos tienen derecho a la educación pública y las escuelas deben brindar el mismo servicio a cualquier estudiante sin importar su estatus de migración. Sin embargo, también los padres están protegidos, ya que los distritos escolares no pueden exigir que los padres o tutores brinden información sobre su estado migratorio.
En resumen, algunos puntos importantes son los siguientes: los estados no pueden negar la educación a los estudiantes y los distritos escolares no pueden negar la matriculación a escuela públicas basándose en el estatus migratorio de sus padres. Por otra parte, los estudiantes que no dominan el inglés, tienen derecho a servicios de asistencia lingüística.