El programa establecido por el gobierno estadounidense para que padres originarios de Centroamérica lleven como refugiados a sus hijos ha sido limitado hasta ahora.
El Programa de Refugiados/Permisos para Niños Menores Centroamericanos fue establecido por el gobierno de Estados Unidos en diciembre de 2014, con la intención de crear vías para la protección de menores de edad con familiares en Estados Unidos y que escapan de situaciones de violencia en países centroamericanos.
Entre diciembre de 2014 y agosto de 2015 se presentaron 3 mil 344 solicitudes de refugio en nombre de niños en El Salvador, Guatemala y Honduras, por parte de padres que están en Estados Unidos como residentes permanentes. De estas solicitudes, 2 mil 859 son para niños salvadoreños, 426 hondureños y 59 guatemaltecos, según datos contenidos en un reporte del Instituto de Políticas Migratorias (MPI, por sus siglas en inglés).
Aunque el programa tiene poco tiempo de implementarse, expertos de la materia creen que su alcance será limitado debido a los requisitos que se piden: los padres deben ser residentes permanentes de Estados Unidos (o contar con TPS), seguir un proceso por medio de una agencia de reasentamiento de refugiados y ante el Departamento de Estado, pagar por una prueba de ADN para verificar la relación de sangre y además los menores tienen que aprobar una entrevista en la embajada de Estados Unidos en sus países, para verificar que tienen casos legítimos de miedo o amenaza.
Las 3 mil 344 solicitudes de refugio son apenas una pequeña fracción de los casi 27 mil niños indocumentados que fueron arrestados cruzando la frontera entre octubre de 2014 y junio del 2015.
Cabe señalar que en Estados Unidos viven aproximadamente 204 mil salvadoreños y 61 mil hondureños con TPS. También 330 mil salvadoreños, 190 mil guatemaltecos y un grupo más pequeño de hondureños con residencia permanente.
Fuente: Migration Policy Institute