El tiempo de espera para tramitar y recibir una Visa U, la cual se otorga a indocumentados que fueron víctimas de ciertos delitos y colaboran para detener a los culpables, pone en peligro a los inmigrantes, señalan activistas.
De acuerdo con activistas pro inmigrantes, la solución a este problema está en manos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que es la dependencia encargada del proceso de la Visa U.
Leslye Orloff, directora del Proyecto de Defensa Nacional de la Mujer Inmigrante, señaló que “el problema no es del congreso, es de los recursos que están asignados para atender las solicitudes, el gobierno debe entender que una gran parte de las víctimas están en riesgo o bajo amenaza”.
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La activista mencionó el caso de Lazara Olivares, mexicana que llegó hace 16 años a Estados Unidos, donde consiguió pareja y se juntó con él, sin embargo recibía agresiones que llegaron a poner en riesgo su vida.
El testimonio de Lazara sirvió para que su expareja, un residente permanente, fuera enviado a la cárcel y después deportado. Sin embargo ahora ha recibido amenazas de muerte por parte de él.
Por ser una víctima de un crimen violento, Lazara calificó para solicitar el amparo de la Visa U en noviembre del 2013, pero ya han pasado 30 meses y aún no ha recibido la protección.
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El programa de visas U fue aprobado en octubre del año 2000 por el Congreso, aunque los legisladores establecieron un límite de 10 mil visas por año, sin importar el número de personas que hayan solicitado el amparo y sean elegibles para el beneficio.
“Es un problema de años. Primero se demoraron mucho en reglamentarla y ahora hay mucha gente en la línea esperando, el retraso es de más de dos años y más de 60 mil casos pendientes”, indicó Fernando Romo, abogado de inmigración y representante de Lazara Olivares.
Fuente: EFE
