Gil Kerlikowske, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) anunció esta semana que los agentes de la Patrulla Fronteriza, por ahora, no usarán cámaras corporales a gran escala y su eventual despliegue dependerá de una evaluación adicional.
La CBP realizó un “estudio de viabilidad” sobre diversos tipos de cámaras durante un año, y determinó que las utilizadas no eran las más convenientes sobre el terreno y condiciones en que trabajan los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Kerlikowske afirmó que CBP “no se opone a las cámaras”, pero dijo que se requiere más estudios y no se puede “imponer un requisito” sin consultar al sindicato de los agentes. “Estamos evolucionando constantemente y estamos comprometidos con probar la tecnología de forma rápida“, aseguró, y añadió que vieron “muchos aspectos positivos con las cámaras y seguiremos adelante en todos los frentes”.
El despliegue de cámaras corporales a gran escala no es necesario, argumentó Kerlikowske, porque la Patrulla Fronteriza ya tiene cámaras fijas y portátiles en diversos puntos de control en la frontera, y la idea -comentó- es identificar los puntos donde las cámaras puedan complementar las operaciones.
En la siguiente fase (a completarse entre enero y marzo de 2016), detalló el comisionado, se continuarán las pruebas con las cámaras portátiles y fijas en puntos de control, puestos de inspección aérea, puertos marítimos y en operaciones de salida en puertos de entrada.
CBP quiere asegurarse que se tomen en cuenta asuntos relacionados con el despliegue de las cámaras, el almacenaje de videos recopilados, capacitación de agentes, financiación y protección de la privacidad de los agentes.
Varios activistas pro-inmigrantes afirmaron que las cámaras contribuyen a la transparencia y señalaron que el propio “Grupo de Trabajo sobre Prácticas Policiales para el Siglo 21” recomendó en un informe de mayo pasado una serie de medidas, incluyendo el uso de tecnología, para fortalecer las relaciones comunitarias.
Decenas de departamentos de policía en Estados Unidos han comenzado a usar las cámaras corporales, especialmente tras disturbios y quejas por la brutalidad policial.
Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, dijo que lo que les preocupa es “la falta de compromiso de la CBP de solicitar a la Casa Blanca recursos dentro del presupuesto del presidente para desplegar de inmediato estas cámaras, particularmente en comunidades donde la Patrulla Fronteriza entra en contacto con inmigrantes”.
Fuente: El Diario NY