Pese a la reciente polémica sobre la retención de mujeres y niños inmigrantes en los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el gobierno de Estados Unidos no va a cambiar su política de detenciones de indocumentados hispanos en la frontera y continuará deteniendo a familias que traten de ingresar sin papeles al país.
Sarah Saldaña, directora del ICE, puntualizó que quienes estén planeando cruzar la frontera de forma ilegal tomen en cuenta que no existe ningún tipo de “pase libre”, y que el gobierno seguirá reteniendo a las familias de indocumentados en centros de detención; pues es necesario seguir el proceso legal.
La funcionaria apuntó que el gobierno no interna a las familias de indocumentados en los centros de detención como castigo, sino con el objetivo de asegurar el derecho de asilo de aquellos que buscan refugio y deportar de la manera más segura posible a los que no pueden obtener dicho beneficio.
El ICE ha liberado a cientos de inmigrantes indocumentados detenidos en centros familiares y algunos de ellos han podido acogerse a un Programa Alternativo a la Detención (ATD), que implica la colocación de una pulsera electrónica en el tobillo para que las autoridades migratorias puedan conocer su ubicación dentro del país.
Estas medidas han sido adoptadas para evitar una nueva oleada de indocumentados como la registrada en 2014, cuando a finales de noviembre la cantidad de niños inmigrantes indocumentados que intentaban entrar sin permiso a Estados Unidos rebasó la cifra de 68 mil.
Otra medida que ha tomado el gobierno es ayudar a los países de origen de los niños inmigrantes. La administración tiene pendiente en el congreso la resolución de un presupuesto de mil millones de dólares para el desarrollo de un plan en Centroamérica, destinado a mejorar las economías y reducir la violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Fuente: Univisión
