Los lunares son un tipo frecuente de crecimiento en la piel, y aparecen de diferentes colores como rojo o café, siendo estos los más comunes. Surgen debido a células pigmentadas que se agrupan, y pueden estar desde el nacimiento o salir a lo largo de nuestras vidas.
El 90% de las personas a nivel mundial tienen entre 30 y 50 lunares, y con el paso del tiempo pueden cambiar o hasta desaparecer. Sin embargo, a partir de los 30 años es cuando pueden salir más.
Quienes están más propensos a tener alguno son las personas caucásicas debido a que la exposición solar les hace más daño, mientras que aquellos con pieles más morenas no suelen padecer tanto por la cantidad de melanina que poseen.
Identifica los lunares que aparecen en tu piel por si notas algo raro y vayas al doctor de inmediato:
- Lunares: también llamados nevus melanco, son acumulaciones de las células que dan el pigmento. Además de la piel, se pueden localizar dentro de los ojos, cuero cabelludo, mucosas o en los ganglios. Son tumoraciones benignas.
- Pecas: conocidas como efélides, son pigmentaciones color café claro. Casi siempre aparecen cuando hace más sol y en los meses más fríos se desaparecen, pero si no llega a ser el caso, es importante que tu médico te revise.
- Fibromas: los acrocordones son masas pequeñas que pueden ser alargadas, blandas, cafés o del color de la piel de la persona. Se encuentran en zonas donde hay mucho contacto como cuello, ingles o axilas. No son dañinas, pero se pueden quitar si así lo deseas.
- Verrugas: malformaciones en la piel provocadas por el Virus del Papiloma Humano. Son contagiosas y se transmiten por el tacto. Su apariencia es granulosa e incluso puede que tengan puntitos de color negro que son vasos sanguíneos coagulados. Pueden ser blancas, rosas o del color de la piel de la persona. Un dermatólogo las remueve mediante la extirpación.
- Melanoma: este tipo de cáncer se parece mucho a un lunar común, pero generalmente tiene alteraciones como relieve y se ve disparejo. Para detectarlo, en las mujeres surge en la espalda o en la parte inferior de las piernas, mientras que en los hombres es más frecuente en la cabeza, cuello o espalda. Cuanto más rápido lo detectes, menores posibilidades tendrá de expandirse y será removido con éxito.
Vía: MSN