El Senado de México y el de California han llegado a un mutuo consentimiento para firmar un acuerdo de trabajo para ayudar a los menores de edad, hijos de indocumentados mexicanos que fueron deportados a su país de origen.
Actualmente, aproximadamente un millón de niños nacidos en Estados Unidos viven en México debido a que sus padres fueron deportados. Estos menores de edad se enfrentan a variados problemas y desafíos, que incluyen el aprendizaje del español y dificultades para inscribirse en alguna escuela, sin mencionar el acoso escolar que llegan a sufrir a consecuencia de no saber hablar el idioma.
El objetivo primordial de este acuerdo es que los niños deportados tengan acceso a la educación básica, pues en la actualidad se les dificulta entrar a una escuela formal porque no saben con exactitud a qué grado inscribirse o el personal escolar no reconoce sus documentos.
Además, las entidades encargadas del acuerdo van a trabajar para que México pueda ofrecer servicios mentales a estos menores, con la finalidad de que superen el trauma de la deportación y cambio de país, así como el bullying que llegan a sufrir por no saber hablar español.
Fuente: La Opinión
