Bill de Blasio, alcalde demócrata de Nueva York, se ha reunido con Donald Trump. De Blasio le ha dejado claro que la ciudad, considerada un crisol de culturas, no comparte sus intenciones migratorias.
El político ha afirmado ante los periodistas que sostuvo ante el presidente electo que “esta ciudad y muchas ciudades más harán todo lo que puedan para proteger a sus residentes y asegurarnos de que las familias no sean separadas”.
Asimismo, le ha mostrado su preocupación por “algunos mensajes y alguna retórica” que ha provocado que el miedo se extienda entre algunas minorías, como la musulmana o los latinos.
“Le he dicho al presidente electo que somos una ciudad de inmigrantes y los intentos de deportaciones masivas de nuestra gente choca contra lo que hace grande a NYC”
Si Trump cumpliera sus promesas sobre deportación, De Blasio ha advertido que se producirían “choques entre las fuerzas de seguridad y las comunidades” y nacería “una desconfianza entre la policía y los vecinos que puede ser contraproducente”.
“Se tiene que hacer más para cerrar las heridas de este país y para que la gente sea respetada”, ha afirmado el alcalde. Pese a desafío que suponen las palabras del demócrata, De Blasio ha sostenido que “aunque la gente tenga fuertes diferencias puede haber un buen diálogo”.
La reunión se produjo en la Torre Trump de la ciudad y se prolongó por más de una hora.
La postura de la ciudad concuerda con la que va a desarrollar el estado. El gobernador Andrew Cuomo anunció este pasado sábado que se oponía a las intenciones de Trump y presentó el estado como un “refugio” para las minorías que se sintieran acosadas.
Fuente: UNIVISIÓN Noticias.
