Desde el pasado mes de febrero, en Estados Unidos se vive un acalorado debate sobre la ausencia de asesoría legal en las cortes de inmigración, sobre todo cuando son niños quienes enfrentan juicios de deportación sin poder contar con abogados.
De esta manera, mientras grupos de derechos civiles buscan lograr que todos los niños inmigrantes tengan un abogado cuando deben presentarse ante un juez de inmigración, las autoridades estadounidenses buscan evitarlo.
Según Ahilan Arulanantham, subdirector legal de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) del sur de California, “por lo menos la mitad de los niños que llegan a un tribunal de inmigración hoy en día están representados legalmente. Si más niños tienen abogado, se aumentará la integridad del sistema de inmigración”.
Actualmente, Ahilan se encuentra litigando una demanda presentada por ACLU y grupos pro inmigrantes contra el gobierno estadounidense, la cual fue presentada en 2014.
En medio de esta controversia, a principios de marzo de este año, el juez Jack Weil declaró que aunque “requiere de mucha paciencia”, es posible que los menores puedan defenderse en la Corte. “He enseñado leyes de inmigración a niños de 3 y 4 años. No es lo más eficiente, pero se puede hacer”, señaló, causando aún más polémica.
Por su parte, la semana pasada el fiscal del gobierno estadounidense que se defiende de la demanda dijo que “el nombrar abogados para todos los niños que pelean su deportación destruirá el marco de referencia del sistema migratorio”.
De acuerdo con un reciente estudio de Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse, Nueva York, el 86% de las mujeres y niños indocumentados que han recibido órdenes finales de deportación entre julio de 2014 y diciembre de 2015, carecía de un abogado.
De este porcentaje, se estima que por lo menos la mitad de los niños o menores que llegan solos, principalmente provenientes de Centroamérica, no tienen acceso a un abogado, disminuyendo de forma importante su posibilidad de ganar un caso de asilo.
“Lo único que tendrían que hacer es darle tiempo a estos menores para que consigan abogados antes de proceder con una deportación”, expone Ahilan Arulanantham.
Fuente: El Diario NY