“No sé cómo ni cuándo pero sé que me iré a vivir a Estados Unidos”
Pensó Manny Hernández Uraga cuando era adolescente y comenzaban sus ganas infinitas de superarse. De padre guanajuatense y madre oxaqueña, nació en la Ciudad de México y se fue al país vecino, exactamente a Chicago en 1990 con visa de turista pero la firme idea de comenzar una nueva vida en el país que admiraba y le gustaba.
En entrevista con EL UNIVERSAL, cuenta que en la adolescencia se le presentó la posibilidad de irse con amigos al otro lado y a su llegada casi inmediatamente buscó trabajo para comenzar a formar su nueva vida. Su adaptación a la nueva cultura no le fue difícil pues hablaba lo básico de inglés y en un año lo dominó por completo. “Para mí fue como volver a nacer porque veía todo de diferente manera a como estaba acostumbrado. No me tomó mucho tiempo decir que ésta era mi casa”.
Todos sus trabajos fueron en la industria restaurantera, desde lavaplatos hasta gerente general, hicieron que se apasionara del negocio de la comida. Cuando el último restaurante en el que laboró cerró, su ingenio y ganas de salir adelante le hicieron abrir su propia compañía.
El tamal fue el platillo elegido para que Manny comenzara su negocio The Tamale Spaceship, en la que ha sido reconocida como la mejor Food Truck por el Chicago Journal y la Chicago Magazine por tres años consecutivos y se convirtiera en uno de los inmigrantes mexicanos exitoso más conocidos en Estados Unidos.
“Originalmente quería abrir un restaurante de comida mexicana pero en 2010 con la crisis económica fue imposible obtener un préstamo por lo que decidí poner mi negocio en una food truck donde vendiera tamales con sabores de comida mexicana”.
El 50% del menú cambia periódicamente según la temporada, por ejemplo, en estos meses destaca el tamal de calabaza con mole pero los que más se venden en cualquier época del año son los de cochinita pibil, pollo con mole poblano, rajas con queso y pato con mole.
Hace seis años Manny Hernández y su socio, el acapulqueño José Balanzar comenzaron a vender en su camioneta tamales al estilo mexicano pero de una manera muy peculiar, con sabores exóticos y despachando con máscaras de luchadores lo que remonta al mexicano a su niñez.
Con 42 años de edad y 26 viviendo en el país vecino, Manny junto con su socio tienen una plantilla de 20 trabajadores de los cuales 60% son mexicanos, además de tener un pequeño restaurante de comida mexicana. Su plan a corto plazo es abrir uno más grande y crecer, “el cielo es el límite”, asegura.
El mexicano quien obtuvo la nacionalidad americana en 2002 tiene a su familia (padres y hermanos) cerca de él pues desde 1998 son residentes legales en el mismo estado.
Está casado desde hace 15 años con una americana que trabaja en la Universidad de Illinois a quien conoció en un restaurante y tienen una hija llamada Leah de 14 años que cursa la secundaria.
Fuente: EL UNIVERSAL.