Diversas empresas estadounidenses han comenzado acciones en respuesta a las medidas contra la inmigración impuestas por el presidente para proteger y auxiliar a refugiados, migrantes y trabajadores afectados
La cadena estadounidense Starbucks y la plataforma de alquiler Airbnb alojarán gratuitamente y ofrecerán trabajo a los afectados por el decreto del presidente.
Starbucks planea contratar en los próximos cinco años a 10,000 refugiados en los 75 países en los que tiene presencia, según se comprometió el domingo por escrito su presidente Howard Schultz.
Por su lado Airbnb anunció que alojará de forma gratuita a los afectados por el decreto de la nueva administración.
Starbucks anunció que empleará a quienes huyen de las guerras, de persecuciones y de discriminaciones en los países donde está presente el grupo.
En Estados Unidos, Starbucks comenzará por contratar a refugiados que han trabajado para el ejército estadounidense, por ejemplo como intérpretes.
Schultz, cercano al partido Demócrata, indicó que Starbucks está en contacto con los empleados afectados por el decreto presidencial que establece severas restricciones al ingreso a territorio estadounidense.
“Les escribo hoy con una profunda preocupación, el corazón encogido y una decidida promesa”, dice el presidente de Starbucks en un correo dirigido a sus empleados y que fue subido a internet.
Schultz es de los pocos directores ejecutivos estadounidenses que se inmiscuye en debates políticos, como el de las relaciones raciales hace dos años, o para defender a México, el otro blanco favorito de presidente.
“Construir puentes y no muros con México”, declaró, en referencia la barrera que quiere erigir en la frontera con México. Starbucks es propietario de 600 cafés y emplea a 7,000 personas en México donde, dijo, seguirá invirtiendo.
Por su parte, Airbnb ha propuesto dar alojamiento gratuito a personas afectadas por el decreto.
El grupo busca recurrir a su programa de desastres naturales, que prevé que los huéspedes ofrezcan alojamiento a personas desplazadas.
La plataforma en línea de alquiler de amueblados también contempla medidas de urgencia específicas si no hay lugar disponible cerca del lugar donde pudiera hallarse una persona afectada por el decreto antimigración.
Por su lado Lyft, servicio de reserva de autos sin chófer -uno de cuyos accionistas es General Motors- prometió dar un millón de dólares a la organización de defensa de derechos cívicos American Civil Liberties Union (ACLU), que ha atacado ante la justicia estas restricciones a la inmigración.
Su competidor Uber, muy criticado la víspera en las redes sociales por su tibia reacción inicial, se comprometió a ayudar a los chóferes afectados, mientras que Elon Musk, presidente de Tesla, pidió a los abonados a su cuenta Twitter que le hicieran sugerencias sobre las posibles enmiendas al decreto migratorio.
La preocupación, que ya se extendió el sábado entre los gigantes de la Silicon Valley ha llegado ahora a los directivos de las multinacionales ubicados en la costa Este.
Jeffrey Immelt, presidente de General Electric, que tiene a muchos de sus empleados afectados, afirmó que éstos “son importantes para nuestro éxito”.
Por su lado el banco JPMorgan Chase empezó a examinar con sus trabajadores que poseen visados cómo se los puede ayudar, y su presidente Jamie Dimon les aseguró que pueden contar con su apoyo “inquebrantable”.