La primera senadora latina en el Senado comenta sus prioridades en esta entrevista exclusiva
WASHINGTON.- Catherine Cortez Masto apenas ha tenido tiempo para saborear su victoria como la primera latina en el Senado o para aclimatarse en Washington, pero tiene muy claro que la defensa de los “Dreamers” contra el odio racial y medidas draconianas estarán al frente de sus prioridades.
Cortez Masto, de 52 años, tomará juramento en enero próximo como la primera latina en la historia del Senado, reemplazando en el escaño por Nevada al líder de la minoría demócrata, Harry Reid, quien se jubilará a finales de este año.
En entrevista telefónica con este diario, Cortez Masto afirmó hoy que buscará espacios comunes para trabajar de forma bipartidista con los republicanos y con la Administración Trump, pero no pasará por alto cualquier indicio de maltrato hacia los inmigrantes.
“No hay cabida para el odio o la discriminación en la Casa Blanca, o de parte de alguien representando a la Casa Blanca, y sin duda alzaré la voz para luchar contra eso”, afirmó Cortez Masto.
“Mantengo un compromiso de trabajar de forma bipartidista para resolver problemas, pero si alguien cree que necesitamos construir una plataforma con base en el odio y la discriminación racial…vigilaré contra eso si la Administración se va por ese camino”, prometió.
Cortez Masto manifestó interés en trabajar con el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, quien elabora una propuesta para defender el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, porque, a su juicio, es urgente defender a los “Dreamers”, y “mantener unidas a las familias en Nevada”.
En ese sentido, reiteró que el sistema migratorio en EEUU “está roto” y la reforma sigue siendo una tarea pendiente en Washington.
“Tenemos que lidiar con este asunto, pero sin denigrar a las personas, sin separar a las familias (inmigrantes), tachándolas de criminales o violadores. Necesitamos un sistema que funcione para todos, y que trate a todos con igualdad y justicia”, subrayó Cortez Masto, nieta de inmigrantes mexicanos.
Fuente: El Diario NY.