La Oficina del Aire y el Agua (OAA) se encarga de apoyar a la Patrulla Fronteriza a vigilar la actividad en la frontera sur de Estados Unidos; para ello, cuenta con 10 helicópteros AS350, o A-Star’s, que pueden volar a una altura máxima de casi 5 mil metros por hasta tres horas y están equipados con sensores infrarrojos y cámaras de video para vigilancia.
“Asistimos observando desde arriba”, comenta William Durham, director de operaciones aéreas de la rama McAllen de OAA, la cual ofrece grandes vistas a los agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes vigilan casi 500 kilómetros a lo largo del río Bravo y detienen personas que cruzan la frontera sin documentación.
En la zona del río Bravo, el trabajo de la OAA consiste principalmente en apoyar a la Patrulla Fronteriza en sus misiones, no solo en las inmediaciones del río -explica Durham- sino en toda la región, incluso con rescates de personas en apuros.
Durham expone que ellos colaboran “con la Patrulla Fronteriza entre los puertos de entrada donde el río se contornea. A lo largo del río cambia mucho la vegetación y también la profundidad del mismo, lo que complica mucho los patrullajes si uno no está en un helicóptero”. De acuerdo con el director de operaciones, todos los años surgen nuevos desafíos, incluidos cambios en la naturaleza; y argumenta que mediante el uso de tecnología y de especialistas, el departamento ha pasado a ser un componente clave de la misión de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Según estadísticas de la CBP, desde el 2013, el valle ha pasado a ser el sector de la frontera más usado por indocumentados, superando a Tucson, Arizona, que era la zona que registraba más cruces desde 1998. En el año fiscal de 2014, más de 256 mil personas fueron detenidas en un sector que abarca desde la boca del río Bravo hasta el lago Falcón.
Asimismo, la Patrulla Fronteriza calcula que en el año fiscal de 2015 realizaron más de 700 rescates, lo que representa un aumento de más del 80% comparado con el último año fiscal, según cifras de la CBP.
Fuente: The Monitor, El Nuevo Herald
