En el lugar reciben asesoría en áreas como empleo, salud, servicio social, arte, medios y prevención.
Rosa Reyes llegó de Guatemala con dificultad para dominar el inglés. Tenía grandes limitaciones para expresarse, pues desde niña fue muy tímida. Hoy día, a sus 19 años, forma parte del programa de liderazgo del Latin American Youth Center (LAYC) y es capaz de conceder una entrevista de forma fluida.
“Cuando pequeña era muy tímida, de las niñas que se quedaban sentadas cuando venía el turno de la piñata porque todos iban a estar alrededor.
En las fiestas y cumpleaños no quería ir a hacer fila para pastel. Entonces decidí cambiar esa forma de ser”, comenta con firmeza.
Ese cambio lo logró luego de un año en el LAYC. Actualmente se prepara para ser parte de la publicación de un libro de “cómics”, junto a sus compañeros del programa. El reto es parte de una actividad en la que los jóvenes deben contar historias reales que tengan poder de incidir en la vida de otros.
“Queremos motivar, inspirar y ayudar a jóvenes como nosotros, americanos, latinos o cualquier inmigrante que tal vez piense que está solo en este país y necesita apoyo. Así que con nuestras historias les vamos a demostrar que no ha sido una vida fácil la que nosotros hemos pasado, pero aún así seguimos de pie y adelante”, relata.
Tal como Rosa, también hay otros jóvenes en la institución, que reciben apoyo con sus tareas para la escuela, así como asesoría en áreas como empleos, salud, servicio social, arte, medios y prevención.
“Apoyamos a los jóvenes para que estén preparados para la adultez. Ellos viven cosas que a veces son difíciles, pero el centro está aquí para guiar y abrir puertas. A veces encontramos gente que no tiene vivienda, con problemas en la casa, escuela, tal vez con pandillas”, asevera Lori Kaplan, Directora del LAYC, quien ha estado detrás del centro por más de 30 años.
Aunque no es necesario tener un gran problema para formar parte de la organización, el apoyo en el lugar es incondicional. Allí asisten personas entre 12 y 24 años a actividades que pueden llevarse a cabo en el colorido centro de Columbia Road, en cualquiera de sus sedes en DC o Maryland, así como en otros espacios ideales para compartir.
“Si quieres venir a jugar billar o ping pong, también te pueden ayudar con tu tarea después de la escuela. Hay diferentes actividades como producción musical, guitarra, fotografía, cocina, un club de liderazgo, resolución de conflictos y hip hop dance”, dice Millie Pérez, Gerente de Eventos Especiales.
Para Rosa el tiempo es sagrado, por lo que encontró la mejor forma de invertirlo. “Deben aprovecharlo haciendo algo, ya sea actividades recreativas o formando parte de algún programa de LAYC. Si se caen, que se levanten, pues la vida no acaba ahí. Por muchos que sean los problemas que tengamos, pasarán. No se den por vencidos. Si trabajan duro para alcanzar sus sueños, los lograrán”.
Fuente: El Tiempo Latino
